Cómo dejar la masturbación y la pornografía de forma paulatina

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En este artículo:

Cambiar tus hábitos

Reemplazar la pornografía y la masturbación

Crear una mentalidad saludable

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Referencias

Podrías sentirte avergonzado sobre la masturbación, pero es un comportamiento totalmente normal. Asimismo, no hay problema con ser curioso sobre el sexo y disfrutar de la estimulación de la pornografía. No obstante, podrías querer abandonar estos hábitos si sientes que son perjudiciales para ti. Si estás listo para dejarlos, esfuérzate por cambiarlos. Asimismo, reemplaza el porno y la masturbación con una actividad que te distraiga. Al hacerlo, trata de desarrollar una mentalidad saludable en torno a tu deseo de mirar porno y masturbarte.

Pasos

Método 1

Método 1 de 3:

Cambiar tus hábitos

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   Elabora una lista de los motivos por los que quieres dejar de ver porno, a fin de mantenerte motivado. Para cambiar tus hábitos, requerirás mucha motivación. Una manera grandiosa de mantenerte encaminado es crear recordatorios visuales. Anota los motivos por los que sea importante que dejes este hábito y publícalos en áreas visibles para ti.

   • Por ejemplo, podrías colocar la lista en tu teléfono, cerca de tu computadora y en tu mesita de noche. Esto te ayudará a recordar que quieres dejar la pornografía, así sentirás una menor tentación.
   • Tus motivos podrían comprender a cosas como las siguientes: “Me siento menos conectado con mi novia”, “Lo estoy haciendo con demasiada frecuencia” o “Me preocupa que pueda ser adicto”.

   Consejo: podrías sentir que necesitas dejar este hábito porque crees que la pornografía y la masturbación son acciones incorrectas a nivel moral. Si piensas así, es comprensible que quieras hacer cambios. Al mismo tiempo, evita juzgarte, ya que todos atraviesan por lo mismo.
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   Elige nuevos hábitos para reemplazar a la pornografía y la masturbación. Detener un hábito es muy difícil, pero podrías tener más éxito si lo reemplazas con algo más. Elige un hábito que guarde estrecha relación con el que desees detener. Luego identifica maneras en las que puedas incorporarlo en tu día a fin de reemplazar al antiguo.

   • Por ejemplo, podrías reemplazar la masturbación con el dibujo, ya que te relajará y mantendrá tu mano ocupada. Mantén tus materiales de dibujo junto a tu mesita de noche, de modo que puedas practicar tu nuevo hábito con facilidad.
   • Del mismo modo, podrías reemplazar el hábito de ver porno con el de mirar un programa de televisión con otra persona. Haz planes de antemano para mirar el programa juntos.
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   Elimina los desencadenantes que te hagan querer ver porno o masturbarte. Piensa en las cosas que te hagan querer practicar estos hábitos, como un afiche sugerente o una caja de pañuelos. Los desencadenantes pueden ser cualquier cosa que te tiente a practicar tus viejos hábitos. Cuando identifiques uno, elimínalo de tu vida para que tengas más éxito al dejar el hábito.

   • Por ejemplo, podrías retirarte de los foros o las páginas de internet que contengan mucho contenido sexual que te tiente.
   • Del mismo modo, quizás sea lo mejor retirar de tu habitación los afiches sugerentes, las revistas pornográficas y los artículos que uses para masturbarte.
   • Coloca un filtro de búsqueda segura en tu computadora a fin de tener más dificultades para acceder a la pornografía.
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   Crea una línea de tiempo para eliminar estos hábitos de forma gradual. Primero, establece una fecha límite para dejarlos por completo, como 2 a 3 meses a partir de ahora. Luego, divídela en 4 segmentos. Durante el primero, limítate a hacerlo una vez al día. Luego redúcelo a 4 veces a la semana durante el segundo segmento, y 2 veces por semana en el tercero. Por último, mastúrbate y mira porno solo una vez a la semana durante el último segmento.

   • Por ejemplo, imagina que vas a dejar este hábito en un periodo de 2 meses. Cada segmento duraría 2 semanas. Durante las semanas 1 y 2, mastúrbate y mira pornografía como máximo una vez al día. Durante las semanas 3 y 4, reduce la cantidad a 4 veces por semana. Para las semanas 5 y 6, limítate a solo 2 veces por semana. Por último, mastúrbate y mira porno solo una vez durante las semanas 7 y 8.

Método 2

Método 2 de 3:

Reemplazar la pornografía y la masturbación

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   Inicia un nuevo pasatiempo para distraerte y no pensar en tus ansias de masturbarte. Elige un pasatiempo divertido que te interese mucho. Mirar porno y masturbarse son actividades placenteras, por lo que tu pasatiempo debe producir un efecto similar. Por ejemplo, prueba algo como lo siguiente:

   • unirte a un equipo deportivo recreacional
   • crear arte
   • aprender a tocar un instrumento
   • tejer
   • crear arduinos
   • hacer robots de pelea
   • asistir a una clase de artes marciales
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   Consiéntete con otras cosas que te den placer. Al masturbarte o mirar porno, tu cuerpo libera dopamina (la hormona del placer), lo que hará que quieras hacerlo con más frecuencia. Esta hormona también se libera cuando realizas otras actividades placenteras, como comer o ir de compras. Esto significa que podrías reducir tu deseo al gozar de otros placeres, como consumir tu comida favorita, escuchar a tu banda favorita, tomar una ducha relajante e ir de compras.

   • Realiza diversas actividades placenteras, no solo una. Por ejemplo, consume un caramelo el lunes, ve a una sala de juegos el martes, cómprate un libro el miércoles, escucha a tu banda favorita el jueves, visita a tus amigos el viernes, sal a cenar el sábado y juega tu videojuego favorito el domingo.

   Advertencia: no consumas alcohol o drogas para detener tu deseo de masturbarte o mirar porno. Esto solo agravará las cosas.
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   Haz ejercicio por 30 minutos al día para liberar energía. Podría gustarte la sensación que experimentas al mirar porno y masturbarte, ya que te ayuda a sentirte más relajado. Afortunadamente, el ejercicio puede hacerte sentir lo mismo. Realiza actividades cardiovasculares todos los días para liberar el exceso de energía. Elige una actividad que te guste, de modo que sea más divertido realizarla.

   • Da una caminata rápida, corre, nada o ve a una clase de baile. Incluso podrías unirte a un equipo deportivo o ir a un gimnasio.
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   Medita para calmar la mente y superar la tentación. La meditación te puede ayudar a sentirte relajado y en el presente, lo que podría ser de utilidad para lidiar con tu deseo. Para una meditación sencilla, siéntate o párate en una posición cómoda. Luego centra tu atención en tu respiración. Cuando tus pensamientos deambulen, céntrate en tu respiración. Hazlo como mínimo por 10 minutos.

   • Busca meditaciones guiadas en internet o usa una aplicación como Headspace, Insight Timer o Calm.

Método 3

Método 3 de 3:

Crear una mentalidad saludable

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   Reconoce que la masturbación es totalmente normal y podría ser saludable. Podrías sentirte avergonzado o con culpa, pero tu cuerpo por naturaleza querrá masturbarse. Esto te hará sentir bien, aliviará el estrés y fomentará tu salud sexual. Ten en cuenta que no hay nada de malo contigo. Toma la decisión de detenerte solo si crees que es la decisión correcta para ti en lo personal.

   • Quizás quieras conversar con un doctor sobre tus inquietudes en torno a la masturbación o la pornografía.
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   No te atormentes cuando cedas a la tentación. La tentación está en todas partes y es probable que cedas de vez en cuando. No te atormentes por ello. Estás dando tu mejor esfuerzo, así que date crédito por tu arduo trabajo. Luego retoma tus planes para dejar este hábito.

   • Todos sufrimos recaídas, así que no te sientas culpable.
   • Si quieres abandonar este hábito, podrás tener éxito si te ciñes a ello.
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   Conversa con tu pareja sobre tus necesidades si estás en una relación. Es normal que te sientas avergonzado, pero tu relación estará mejor si eres sincero. Háblale a tu pareja sobre tus hábitos de mirar porno y masturbarte. Explica lo que quieres obtener de tu relación sexual con ella, si tienen una. Luego escúchala cuando explique sus necesidades, de modo que puedan llegar a un acuerdo.

   • Podrías decir “He adoptado el hábito de mirar porno y masturbarme cada noche antes de dormir. En verdad quiero detenerme, ya que siento que esto está perjudicando nuestra relación. Me gustaría que probemos técnicas diferentes cuando estemos juntos. ¿Te gustaría intentarlo?”.
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   Acude a un terapeuta si masturbarte o mirar porno interfiere con tu vida. No hay problema si tienes dificultades para dejarlo por completo. Podrías necesitar estrategias adicionales para ayudarte a lograrlo. Afortunadamente, un terapeuta podrá ayudarte a identificar el motivo por el que sientas la necesidad de practicar estos hábitos. Él podrá ayudarte a aprender estrategias mentales para lidiar con las tentaciones.

   • Busca un terapeuta en internet o pídele a tu doctor que te derive a uno.
   • Si te sientes culpable o avergonzado por masturbarte, el terapeuta también podrá ayudarte a solucionar estos sentimientos. Recuerda que tus deseos son normales.

Consejos

• La masturbación no causa ningún problema de salud. Es más, esta podría ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud sexual. El único motivo por el que debas dejar de realizarla es si crees que es un problema.
• No hay problema si tienes recaídas. Cuando esto ocurra, piensa en el motivo por el que hayas tenido una y luego trata de encaminarte.

Advertencias

• Si te masturbas o miras porno con tanta frecuencia que interfiere con tu vida diaria, lo mejor es acudir a un terapeuta para que te ayude a solucionarlo. No hay nada de malo con estas actividades, pero podrían volverse un problema si evitan que vivas tu vida.