Cómo cocinar lechugas

Si estás cansado de siempre comer la lechuga en ensaladas y emparedados, podrías estar listo para un cambio. La ventaja de la lechuga es que es un alimento versátil que puede cocinarse de diversas maneras. Primero deberás limpiarla, pero luego tan solo tendrás que saltearla, asarla a la parrilla o cocerla a fuego lento.

Método 1

Método 1 de 3:

Saltear la lechuga

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Reúne los ingredientes. Podrás saltear diversas razas de lechuga, pero para esta receta, recomendamos usar la iceberg. Si esta no te gusta, también podrías probar una variedad similar, como la romana.^{[1]XFuente de investigación} Necesitarás lo siguiente:
- dientes de ajo
- cuchillo de cocina
- lechuga iceberg (1 cabeza)
- sartén grande (o un wok)
- pimienta
- licor de arroz (o jerez seco)
- aceite para ensaladas
- sal
- aceite de sésamo
- tazón pequeño u otro recipiente (para mezclar)
- salsa de soya
- cuchara
- azúcar
- batidor (opcional, pero recomendable)
Luego de lavarla, es probable que esta aún tenga humedad, por lo que deberás secarla con un paño o un papel toalla limpios, o dejar que se seque al aire. Una vez que esté seca, tendrás que partirla en pedazos de un tamaño poco mayor al de un bocado.^{[2]XFuente de investigación}
Pica el ajo, si es necesario. Podrás comprar ajo picado en la tienda de abarrotes de tu localidad, pero el fresco suele tener un mejor sabor. Parte el ajo fresco en pedazos (dientes), quítale la cáscara lisa, luego toma un cuchillo para cortarlo a lo largo y en sentido transversal hasta haberlo picado bien.^{[3]XFuente de investigación}
4
Prepara la salsa. Agrégale al tazón una cucharadita y media de salsa de soya y de aceite de sésamo, y 3/4 de una cucharadita de azúcar. Toma un batidor u otro instrumento similar (como una cuchara) para mezclar bien los ingredientes hasta que absorban el azúcar.^{[4]XFuente de investigación}
- Le agregarás esta salsa al plato después de cocinar la lechuga, por lo que deberás separarla para más adelante.^{[5]XFuente de investigación}
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Agrégale aceite y ajo a la sartén o el wok calientes. Para preparar este plato, necesitarás una sartén o un wok relativamente grandes, así los alimentos no estarán muy hacinados. Podrías tener dificultades para batir una sartén llena. Deberás calentarla a fuego medio y seguir estos pasos:
- Cubre su interior con aceite para ensaladas. Una vez que el aceite se caliente, deberás inclinar la sartén de un lado a otro para cubrir su interior por completo.
- Luego de cubrirla, tendrás que agregar el ajo picado. Bátelo de forma constante sobre fuego medio hasta que empiece a tomar color.^{[6]XFuente de investigación}
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Saltea la lechuga. Agrega la lechuga a la olla y mézclala bien con el aceite y el ajo picado. Sigue cocinándola hasta que quede un poco blanda, pero crujiente.^{[7]XFuente de investigación}
- Por lo general, solo se requerirá un máximo de 2 minutos para tenerla lista. Luego deberás agregarle la salsa.
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Agrégale la salsa y el aderezo al plato salteado. Estarás en los pasos finales. Toma el tazón con la salsa y échasela a los ingredientes en la sartén. Sigue batiendo los ingredientes hasta por un minuto. Luego toma una cuchara y aplícasela a todos los ingredientes hasta cubrirlos de manera uniforme. Deja que los alimentos se enfríen y sigue estos pasos:
- Prueba el plato. Si notas que necesita un poco más de sal, pimienta o algún otro tipo de aderezo; tendrás que agregárselo en este punto.
- El salteado de lechuga estará listo para comer tan pronto como los alimentos se hayan enfriado. Sírvete y disfruta.^{[8]XFuente de investigación}
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Método 2

Método 2 de 3:

Asarla a la parrilla

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Reúne los implementos para parrilla. Las hojas de lechuga más gruesas, sustanciosas y crujientes retendrán mejor el calor de la parrilla. Por este motivo, la achicoria es la variedad preferida para este fin, pero también podrías obtener buenos resultados con otras razas similares, como la endibia belga.^{[9]XFuente de investigación} Necesitarás lo siguiente:
- vinagre balsámico
- pimienta negra (de preferencia, fresca y molida)
- queso de leche de vaca
- cuchillo de cocina
- aceite de oliva
- sal marina
- plato para servir
- tenazas (o espátula)
- achicoria (2 cabezas)
2
Corta la lechuga en cuatro partes iguales. Si esta aún sigue húmeda después de haberla lavado, tendrás que secarla con un paño o un papel toalla limpios. Luego toma un cuchillo de cocina afilado y corta cada cabeza en cuatro partes iguales. Colócalas en un plato limpio y rocíales aceite de oliva para cubrirlas ligeramente.
- El aceite hará que el aderezo de adhiera a la lechuga, por lo que este será el momento perfecto para agregarle la sal, la pimienta u otros aderezos.^{[10]XFuente de investigación}
3
Calienta la parrilla. Primero tendrás que revisar la parrilla para cerciorarte de que tenga gas y que su equipo esté correctamente conectado. Una manguera suelta puede provocar una fuga de gas peligrosa. Luego deberás encenderla a fuego medio y esperar que se caliente por 5 a 10 minutos.
- Para evitar que la parrilla rostice la lechuga en exceso, podrías tener que cocinarla sobre una bandeja pesada de hierro fundido.^{[11]XFuente de investigación}
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Asa la lechuga a la parrilla. Tendrás que colocarla en la superficie de la parrilla. Al cocinarla, deberás darle la vuelta con frecuencia usando una espátula o un par de tenazas. Tendrás que retirarla de la parrilla cuando esté un poco blanda, dorada y rostizada. Esto suele tomar alrededor de 12 minutos.
- Mientras se asa, podrías tomarte un minuto para enjuagar el plato. De este modo, podrás reutilizarlo para servirla cuando esté cocida.^{[12]XFuente de investigación}
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Retírala de la parrilla y aderézala. Toma un par de tenazas o una espátula, retira la lechuga de la parrilla y regrésala al plato. Usa el cuchillo de cocina para cortar 75 g (2,5 oz) de queso de leche de vaca y échaselo a la lechuga. Vierte 2 cucharaditas de vinagre balsámico sobre el queso.
- El calor remanente en la lechuga hará que el queso se derrita sobre ella. Si esta se ha enfriado demasiado, podrás regresarla a la parrilla por un momento o derretir el queso en el microondas.^{[13]XFuente de investigación}
La lechuga a la parrilla estará lista para comer luego de que se haya enfriado por unos minutos. Quizás tengas que probar un pedazo antes de servirla, para así verificar el aderezo. Si sientes que le falta sabor, este será el momento perfecto para agregarle un poco más del aderezo que hayas usado.^{[14]XFuente de investigación}
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Método 3

Método 3 de 3:

Cocerla a fuego lento

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Reúne los implementos necesarios. Esta receta en particular requerirá que le agregues la lechuga cocida a un pan tostado. Esto significa que, mientras más larga sea la hoja (como las de la lechuga romana), más abundante será la guarnición para el pan. También podrás agregar lechugas similares a la romana, como la iceberg o la mantecosa.^{[15]XFuente de investigación} Necesitarás lo siguiente:
- pimienta negra (molida)
- cuchillo para pan (opcional)
- caldo de pollo (o de vegetales)
- pan ciabatta (o uno similar al campesino)
- sartén (de preferencia, una grande)
- aceite de oliva
- lechuga romana (una cabeza)
- sal marina (de grano grueso)
2
Seca la lechuga. Es probable que esta tenga un exceso de agua después de lavarla. Deberás secarla dándole toques suaves con un paño o un papel toalla limpios. Elige varias hojas que luzcan firmes y verdes. Podrías tener que cortarlas a la mitad, lo que dependerá de su tamaño y el del pan.^{[16]XFuente de investigación}
- Cada hoja de lechuga que cuezas cubrirá el pan ciabatta o campesino. Es probable que las hojas demasiado largas no quepan con facilidad en ellos.
Quizás hayas comprado el pan tostado previamente, en cuyo caso, no tendrás que cortarlo ni tostarlo. De lo contrario, tendrás que cortarlo con un cuchillo de cocina y pasarlo por la tostadora o un horno tostador.^{[17]XFuente de investigación}
4
Cubre una sartén caliente con aceite de oliva. Coloca la sartén en la hornilla y enciéndela a temperatura media. Cúbrela con aceite de oliva por completo inclinándola de un lado a otro luego de que este se haya calentado.^{[18]XFuente de investigación}
- Tal vez el aceite no se extienda con facilidad a algunas partes de la sartén, en cuyo caso podrás hacerlo con una espátula o una cuchara.
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Cuece la lechuga. Colócala en la sartén y usa un utensilio de cocina (como una espátula o una cuchara) para aplicar presión en los tallos ubicados en el centro de las hojas. A mayor contacto entre las hojas y la sartén, mejor será la cocción.
- Deberás cocer las hojas de lechuga en intervalos de 1 o 2 minutos, y luego voltearlas con una espátula luego de dicho tiempo.
- El momento ideal para aderezarlas será después de la primera vuelta. Ten la sal y la pimienta a la mano, así estarás listo para aderezar.^{[19]XFuente de investigación}
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Agrégale caldo de pollo a la sartén. Antes de hacerlo, deberás retirar la lechuga con una espátula o cuchara, y colocarla en un plato aparte. Agrega 1/4 de taza de caldo de pollo o vegetales, y hazlo hervir.
- Podrás crear una mezcla de cocción más sustanciosa si también le agregas 1/4 de taza de vino blanco, 1/4 de cucharadita de ajo en polvo, 1/4 de cucharadita de hojuelas de pimienta roja, 1/4 de cucharadita de orégano seco y 1/4 de cucharadita de pimienta.^{[20]XFuente de investigación}
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Termina cociendo la lechuga en el caldo hervido. Baja la intensidad hasta que el caldo de pollo esté hirviendo a fuego lento. Agrega la lechuga, cubre la sartén con una tapa y deja que se cocine por alrededor de 7 minutos. Luego, retira la tapa y dale vuelta a cada hoja con una espátula o una cuchara. Vuelve a tapar la sartén y cocínalas por otros 3 minutos.
- Si las hojas han adoptado un color verde oscuro, ¡esto significará que están listas! Tendrás que retirarlas de la sartén con una espátula o una cuchara.
- Podrás convertir el caldo sobrante en una salsa para la lechuga. Tan solo deberás hervirlo por unos minutos hasta que se espese y echárselo a la lechuga luego de servir el plato.^{[21]XFuente de investigación}
Cuando la lechuga esté lista, deberás colocarla sobre papel toalla para que se enfríe y absorber el exceso de aceite. Rocía el queso sobre los panes tostados, luego dobla cada hoja a la mitad y coloca una sobre cada pieza de pan. La lechuga cocida estará lista para comer.^{[22]XFuente de investigación}
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Consejos

Podrás disfrutar de versiones más simples de estas recetas si preparas la lechuga de la manera descrita, pero solo con aceite, sal y pimienta. Los ingredientes adicionales le darán sabor, pero pueden omitirse.

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Advertencias

Ten cuidado con las superficies calientes cuando cocines, ases a la parrilla o cuezas la lechuga. Los alimentos y los implementos para cocinar (como las bandejas para hornear y los utensilios) pueden calentarse con rapidez. Usa guantes para horno o manoplas para así no quemarte ni dañar las encimeras.

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