Cómo usar la semilla negra

La semilla negra es un remedio casero tradicional llamado también comino negro. Se cree que refuerza el sistema inmunitario y tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas y antiparasitarias. Las personas la usan para tratar los trastornos digestivos y los problemas respiratorios, pero los estudios han demostrado que también tiene agentes que combaten el cáncer. Para usar la semilla negra, debes calentar semillas crudas y molerlas antes de comerlas. También puedes combinarlas con miel, agua, yogur y otros alimentos, o aplicarte el aceite de semilla negra a la piel de manera tópica.

Método 1

Método 1 de 3:

Preparar la semilla negra

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Calienta las semillas antes de ingerirlas. No puedes comer las semillas enteras y crudas. Se deben calentar para proteger a tu estómago y hacer que sepan mejor. Coloca las semillas en una olla y enciende la cocina a bajo fuego. Remuévelas cada pocos minutos.^{[1]XFuente de investigación}
- Sabrás que las semillas están listas cuando estén suaves. Después de que las hayas calentado aproximadamente por cinco minutos, empieza a probarlas. Si aún tienen un sabor fuerte, debes calentarlas por más tiempo.
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Muele las semillas después de calentarlas. Toma las semillas y muélelas en una trituradora de café o de especias. Muélelas a un tamaño que sea suficientemente pequeño para que puedas ingerirlas sin problemas. Molerlas hasta convertirlas en una sustancia similar al polvo es generalmente la manera más sencilla de consumirlas.^{[2]XFuente de investigación}
- También puedes molerlas con un mortero.
Debes colocar las semillas molidas en un recipiente que no deje ingresar la humedad en el interior. Puedes ponerlas en cápsulas para pastillas o mantener el polvo en un frasco para que puedas acceder a él fácilmente cuando lo necesites cada día.
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Compra aceite de semilla negra o semillas procesadas. Si no quieres calentar ni moler las semillas, puedes comprar semillas ya calentadas o aceite de semilla negra. Puedes encontrar estos productos en línea o en tiendas de alimentos naturales o de salud natural.
- Evita comprar productos que te recomienden tomar grandes cantidades. Solo necesitas tomar pequeñas cantidades, como un cucharadita una o dos veces al día.
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Método 2

Método 2 de 3:

Ingerir la semilla negra

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Ingiere una cucharadita de semilla negra dos veces al día. Se cree que la semilla negra refuerza el sistema inmunitario y protege contra varias enfermedades. Para obtener un refuerzo inmunitario general básico, ingiere una cucharadita de semillas dos veces al día.^{[3]XFuente de investigación}
- También puedes usar aceite de semilla negra. Sin embargo, obtienes la forma más pura de semilla negra cuando procesas por tu cuenta las semillas. Esto garantiza que no consumas ninguno de los aditivos innecesarios o dañinos.
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Mezcla el aceite de semilla negra con miel. Mezcla una cucharadita de aceite de semilla negra con una cucharadita de miel cruda. Toma esta mezcla una o tres veces al día. Se cree que esta mezcla tiene muchas propiedades curativas para una variedad de enfermedades, como cáncer, diabetes, gripe y fibrosis quística.^{[4]XFuente confiablePubMed CentralIr a la fuente}
- También puedes añadir una cucharadita de polvo de semilla negra molida a la mezcla.
Si no quieres moler las semillas, pero deseas calentarlas y ingerirlas, considera la posibilidad de hervirlas en agua. Hierve una pequeña cantidad de agua con una cucharadita de semillas. Después de hervirlas, deja que se cuezan a fuego lento aproximadamente por cinco minutos. Luego vierte el líquido en una taza y bébelo cuando se enfríe lo suficiente como para ingerirlo.^{[5]XFuente de investigación}
El aceite de semilla negra se usa tradicionalmente para los trastornos intestinales y estomacales. Si sufres de SII, de diarrea o de otro problema gastrointestinal, trata de mezclar una taza de kéfir, de yogur griego o de yogur natural con una cucharadita de aceite de semilla negra. Ingiere esta mezcla dos veces al día.^{[6]XFuente de investigación}
Después de que hayas calentado y molido las semillas, puedes colocar las semillas molidas en cualquier comida. Considera la posibilidad de poner una cucharadita en el pan, en la avena, en un batido o en cualquier cosa que comas.^{[7]XFuente de investigación}
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Método 3

Método 3 de 3:

Usar aceite de semilla negra tópicamente

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El aceite de semilla negra tiene muchas propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, esto hace que sea bueno para el acné u otros problemas de la piel. También contiene muchas vitaminas, nutrientes y antioxidantes, lo cual puede ayudar con el proceso de envejecimiento. Masajea el aceite de semilla negra en tu piel diariamente como parte de tu rutina de belleza.^{[8]XFuente de investigación}
El aceite de semilla negra puede tener propiedades respiratorias, además de las propiedades curativas para trastornos como fibrosis quística. Frota una capa delgada de aceite de semilla negra en tu pecho. Esta acción hace que penetre en tu piel y que puedas inhalarlo.^{[9]XFuente de investigación}
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Frota el aceite en tus sienes. El aceite de semilla negra puede aliviar tus dolores de cabeza. Masajea el aceite de semilla negra en tus sienes. También puedes tratar de masajear algunas gotas en tu cuero cabelludo.^{[10]XFuente de investigación}
- Para las migrañas intensas, también puedes poner algunas gotas de aceite en tus fosas nasales, lo cual permite que inhales el aceite de semilla negra. Respirarlo puede aliviar el dolor de cabeza.
La semilla negra también puede ayudar con los dolores de oído. Toma una cucharadita de semillas calentadas y molidas y mézclalas con algunas gotas de aceite de oliva. Remueve los ingredientes hasta que se mezclen bien. Coloca alrededor de siete gotas en tu oído por la mañana y por la noche.^{[11]XFuente de investigación}
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