8 estrategias sencillas para dejar de preocuparte por tu hijo adulto

Deja de preocuparte por tu hijo dándole espacio, practicando la plenitud mental y escribiendo en un diario

Si eres padre, es normal preocuparte por tu hijo a medida que crece. Sin embargo, cuando hace la transición a la adultez, podrías notar que te quedas despierto por la noche preguntándote por su profesión, situación económica y relaciones. Es totalmente normal preocuparse por los hijos adultos, y también lo es que quieras dejar de preocuparte. No puedes dejar de preocuparte de la noche a la mañana, pero te daremos consejos para calmarte. Los pasos más importantes que puedes seguir para lograrlo son reconocer que está bien dejar de pensar en ello y permitir que tu hijo cometa sus propios errores y viva su vida.

Cosas que debes saber

Reconoce que tu hijo tiene que cometer errores y tomar decisiones para convertirse en un adulto inteligente, fuerte y capaz.
Calma tu preocupación a través de la meditación plena, un diario y nuevos pasatiempos y actividades.
Conversa con tu hijo y otros padres sobre tus preocupaciones, para así sentirte reconfortado y menos solo.

1

Darle espacio para cometer errores

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Acepta que necesita cometer errores para crecer. Es difícil renunciar al control y resistir la necesidad de proteger a tu hijo del mundo. Respira profundo y reconoce que le has enseñado todo lo que necesita para alcanzar el éxito. Luego acepta que el dolor y los errores forman parte de la vida, y que ayudarán a tu hijo a desarrollar las habilidades y la sabiduría que necesita para forjar su propio camino.^{[1]XFuente de investigación}
- Se requiere tiempo y práctica para aceptar las cosas y preocuparte menos. Puede ser de utilidad que te tomes de 5 a 10 minutos al día para preocuparte por tu hijo y luego continuar con tu vida.
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2

Enfocarte en el momento presente

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La plenitud mental puede ayudarte a recordar sus capacidades y logros. Para practicar la plenitud mental, busca un lugar tranquilo y relajante en donde puedas meditar. Primero respira profundo y luego centra tus pensamientos en tu hijo. Reflexiona sobre sus logros, habilidades y capacidad para superar los desafíos. Recuerda que solo puedes controlarte a ti mismo en este momento, y que tu hijo es totalmente capaz de arreglárselas por sí solo.^{[2]XFuente de investigación}
- Reserva de 5 a 10 minutos al día para meditar. Al principio, puedes sentirte raro meditando, pero puedes aumentar el tiempo poco a poco a medida que te sientas más cómodo.
- La plenitud mental consiste en la práctica de estar al tanto del entorno que te rodea y tus emociones, lo que puede reducir el estrés y el tiempo que pasas reflexionando.^{[3]XFuente confiableAmerican Psychological AssociationIr a la fuente}

3

Brindar consejos cuando te lo pidan

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Debes estar allí para apoyarlo, pero no le des consejos sin que te lo pida. En la adultez, tu hijo ya no querrá ni necesitará protección y guía constantes. Probablemente tome decisiones con las que no estarás de acuerdo, pero no trates de guiarlo y brindarle tu opinión sin que te lo pida. Ten en cuenta que te pedirá ayuda si está en problemas y te necesita.^{[4]XFuente de investigación}
- Deja que acuda a ti cuando necesite ayuda, en lugar de hacerle preguntas entrometidas.
- Si le das consejos sin que te lo pida o intervienes en sus asuntos, esto puede perjudicar su relación. Si tratas de ayudar demasiado, podrías alejarlo porque pensará que no respetas su independencia o dudas de su capacidad para tomar sus propias decisiones.^{[5]XFuente de investigación}
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4

Establecer límites saludables

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Desarrollarás su resistencia si limitas el apoyo económico y emocional. Como padre, es común que una preocupación normal se convierta en ayuda abrumadora. En lugar de tratar de solucionar los problemas económicos o de relación de tu hijo adulto, da un paso atrás. Reconoce que necesita solucionar sus propios problemas para desarrollar resistencia y habilidades. Si siempre te encargas, no lo prepararás para alcanzar el éxito.^{[6]XFuente de investigación}
- No hay problema si sigues brindándole tu apoyo, pero deja que te pida ayuda. Ayúdalo de maneras prácticas, como mencionarle soluciones útiles o desarrollar su confianza, en lugar de hacer todo lo posible por solucionar todo.
- Si tu hijo sigue dependiendo de tu apoyo económico, establece límites con él. Tengan una conversación sincera para decirle que limitarás el apoyo que le brindas, y deja en claro que lo harás para ayudarlo, no castigarlo. Dale una fecha límite apropiada y reduce tu apoyo poco a poco.^{[7]XFuente de investigación}
- Trata de llamarlo solo una vez a la semana, para que pueda aprender a solucionar sus problemas por su cuenta.

5

Anotar tus preocupaciones en un diario

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Escribir un diario te dará un lugar en donde expresar y asimilar tus emociones. Si anotas todos los miedos que tengas sobre tu hijo y analizas su causa, esto puede ayudarte a olvidarlos.^{[8]XFuente de investigación} A medida que escribas, pregúntate qué es lo peor que puede ocurrir. Con frecuencia, esto te mostrará que las cosas no son tan malas como las imaginas.^{[9]XFuente de investigación}
- Reserva un tiempo tranquilo y en privado todos los días para escribir por 10 a 30 minutos. A muchas personas les gusta escribir antes de irse a dormir, pero cualquier momento en el que tengas la mente despejada será una opción fantástica.^{[10]XFuente confiableUniversity of Rochester Medical CenterIr a la fuente}
- Si no te gustaría tener un diario físico, puedes escribir tus pensamientos en tu teléfono o una computadora con un procesador de palabras. Las aplicaciones como Day One y Penzu también son opciones fantásticas para escribir un diario de forma abierta, mientras que otras como Five Minute Journal te darán indicaciones específicas cada día.
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6

Probar nuevos pasatiempos y actividades

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Enfócate en lo positivo haciendo voluntariado o buscando un pasatiempo emocionante. Es común que los padres ahonden en sus ansiedades sobre sus hijos, lo que permite que la negatividad controle su vida y la relación con sus hijos. Podrás controlar tu preocupación si buscas una manera positiva de usar tu energía.^{[11]XFuente de investigación}
- ¡Diviértete y experimenta con pasatiempos diferentes! Puedes empezar a tejer, hacer voluntariado en tu comunidad, practicar senderismo o planificar noches de juegos con amigos.

7

Conversar con otros padres

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Otros padres podrán validar tus sentimientos y darte consejos para sobrellevar esta nueva era de paternidad. Podrán decirte cómo lidian con su estrés y te reconfortarán indicándote que tu preocupación es normal.^{[12]XFuente de investigación}
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8

Sincerarte con tu hijo sobre tus preocupaciones

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Si conversas con tu hijo, esto puede asegurarte que es capaz y fuerte. Es importante que seas abierto con tu hijo sobre tus pensamientos y sentimientos, para que pueda entender las causas de tu estrés y ansiedad. Probablemente entienda, ya que también se preocupa por ti. Podrá ayudarte a resolver tus dudas y miedos, y te recordará que lo has criado para ser inteligente, competente y resistente.^{[13]XFuente de investigación}
- Puedes tener dificultades para mostrarte vulnerable con tu hijo y admitir que estás preocupado. Expresa tus sentimientos usando frases en primera persona y escucha sus respuestas con atención sin importar si están hablando en persona o por teléfono.^{[14]XFuente de investigación}