Cómo hacerte el tonto

Si te sientes atrapado en la rutina, estás deprimido o la vida necesita una pizca de risa para condimentarla, entonces no hay nada mejor que hacerte el tonto. ¿Tonto? ¡Sí! Ese sentimiento loco, estrafalario y feliz que sentías de niño cuando hacías cualquier cosa divertida que se te apetecía y no te preocupabas por lo que pensaban los demás. ¡Es hora de recuperar ese sentido de la tontería! Nota: ¡los siguientes consejos serán más divertidos de seguir si tienes un amigo que te acompañe (es mejor con varios)!

Pasos

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Usa maquillaje brillante. Obviamente (por si no lo es), este paso se refiere principalmente a las chicas que quieren hacerse las tontas. Claro, el maquillaje brillante puede verse chillón, pero si se aplica correctamente, es perfecto para lucir en un evento nocturno y lucir tonta. Saca todas tus cosas relucientes, el gel de cabello brillante y el lápiz labial más brillante que tengas en tus manos. ¿Deben hacer juego? Bueno, probablemente, pero estás tratando de ser tonta, ¡no perfecta!
Cepíllate el cabello hacia atrás hasta que esté realmente nudoso y rizado. Se verá como la nueva llamada de anidación para las aves locales, pero será una cosa chiflada que puede animarte a salir acompañado de una sonrisa boba y una caminada loca.
Debe ser ecléctico, disparejo y cómodo. Chicas: pruébense medias a rayas. Chicos: átense los cordones con lazos tremendamente chabacanos.
Esta es la parte divertida. Busca bromas y refranes en línea y memorízalos. ¡Déjalos salir y sorprende a las personas! Sin embargo, siempre sé amigable, alegre y divertido. No seas grosero o insensible.
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Haz desafíos si te desafían. Obviamente, esto necesita un grupo de amigos tontos. Hacerte el tonto solo nunca es tan divertido como hacerlo con amigos. Algunos desafíos divertidos incluyen:
- desafiarse a caminar haciendo equilibrio con un tomate en la cabeza en la nieve;
- desafiarse a usar un micrófono en un lugar lleno de gente y anunciar un compromiso, cumpleaños, divorcio o incluso hacer un karaoke;
- hacer globos de animales y regalárselos a los niños;
- hacer una presentación callejera improvisada;
- llenar los parquímetros cuyo tiempo se está agotando;
- saludar a personas que no conoces con una gran sonrisa y decirles algo inspirador.
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¡Usa la comida para ser un poco más absurdo!
- ¡Ensúciate! Ve a un restaurante y pide la comida más caótica que encuentres. Agárrala con la mano y ríanse de ustedes mientras hacen un alboroto. Derrama tu bebida para dar un efecto agregado. Asegúrate de pagar por la comida y ofrécete a limpiar si lograron hacer el ridículo.
- Si esto no es lo tuyo, ¡come dulces! Llénate la panza al comer todas esas golosinas de tu niñez que no te atreviste a comer durante mucho tiempo: caramelos agrios, rollos de caramelo, monedas de chocolate, etc.
Una vez más, este es el efecto de hacerte el payaso. Hazlo en frente a una audiencia, como en una cola aburrida, en la parada de autobuses o en centro comercial. No grites o chilles; mantenlo divertido, ponte apodos divertidos y prométete a ti mismo no tropezar de nuevo. Levántate y… ¡tropieza de nuevo! Mira bromas en YouTube u otros sitios similares de video en línea para obtener una idea del humor bufonesco primero.
Ríanse mucho juntos. Alquilen DVD de comedias o busca chistes en línea. Cuéntense historias locas e hilarantes. Juega juegos que tengan resultados graciosos, como el teléfono malogrado o la narración gradual, en donde cada persona agrega una línea a la historia.
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Consejos

Ser absurdo es mejor en las pijamadas, las fiestas, las reuniones de amigos, los días lluviosos deprimentes, las crisis de la mediana edad, lo que quieras...
Ríete de todo (dentro de lo razonable).
Nota: este artículo también podría tener como título “Cómo lucir como un tonto” o “Cómo vestirte como un tonto”.
Ser tonto es más un comportamiento o tal vez un estado de ánimo. La única manera de ser tonto es hacer cosas que la gente “simplemente no hace” en determinadas situaciones. Es un riesgo social inherente (casi por definición).
Trata de reírte de una manera divertida y habla para hacer que todos se rían.
Ponte una peluca si no te gusta el pelo nudoso. Puede ser algo loco y, obviamente, no real, como un pelo encrespado de arcoíris o trenzas de cables que sobresalgan a los lados.
Usa un sombrero viejo grande.
Haz cosas inesperadas. ¡Eso siempre es absurdo!
Si estás con tus amigos y ves un caballo, puedes decir “¡qué vaca tan grande!”. Tus amigos pueden pensar que estás tratando de hacer que se rían, así que si no se ríen, di “¿o es un caballo?”.

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Advertencias

Si te avergüenzas con facilidad o tienes una reputación importante que proteger, hacer el ridículo en público probablemente no sea una buena idea, ya que las personas te mirarán y serás completamente humillado.
Ten en cuenta dónde hacer el ridículo. El lugar de trabajo, la escuela y la iglesia probablemente no sean las mejores opciones, a menos que tengan un evento de “hacer el ridículo”.
Aléjate de las personas con reacciones gruñonas, ya que no lo entenderán y probablemente se ofendan con facilidad, lo cual las hará enojar y probablemente arruinen tu diversión al hacerte el tonto. Escoge sabiamente el lugar y las personas. Las estaciones festivas son especialmente arriesgadas en la víspera de un evento, ya que todos se sienten nerviosos. Sin embargo, un poco de alegría puede aliviar la tensión. ¡Solo ten cuidado de la manera en que haces tus chistes!

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Cosas que necesitarás

Ropa estrafalaria.
Zapatillas divertidas.
Maquillaje brillante y reluciente.
Chistes y bromas memorizados.
Mayor sentido del humor que vaya más allá de tu capacidad normal de risa.
En realidad solo necesitas algunas de las siguientes opciones:
- ignorancia de los patrones de comportamiento esperados (“normales”);
- disposición a arriesgarte a sentir vergüenza o incomprensión sin tener una buena razón (otra aparte de “diversión”).