Cómo hacer galletas crujientes

Muchas personas prefieren el sabor y la textura de una galleta crujiente al de una galleta suave que se desmigaje fácilmente. Con los ingredientes y la técnica de cocina adecuados, es posible hornear galletas que se quiebren en tu boca en lugar de derretirse en ella. Prepara el horno (y tu boca) para unas galletas crujientes.

Método 1

Método 1 de 4:

Adaptar recetas para preparar galletas más crujientes

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La harina, los huevos y el azúcar rubia retienen humedad, lo que produce galletas esponjosas y húmedas. Si buscas algo más crujiente, puedes usar menos de estos tres ingredientes.^{[1]XFuente de investigación}
La harina multipropósito tiene un mayor contenido de proteínas en comparación con las demás harinas. La proteína adicional ayuda a producir una apariencia más marrón y una textura más crujiente.^{[2]XFuente de investigación}
Esto permitirá que las galletas se extiendan antes de endurecerse y también ayudará a secarlas.^{[3]XFuente de investigación}
La mantequilla tiene una menor temperatura de fusión en comparación con la grasa alimentaria. Esto permitirá que las galletas se extiendan más al hornearlas. La mantequilla también contiene proteínas, lo cual ayuda a las galletas a dorarse y endurecerse.^{[4]XFuente de investigación}
Evita usar azúcar rubia, la cual retiene la humedad, y, en cambio, utiliza azúcar procesada. Esto producirá una galleta más seca y crujiente.^{[5]XFuente de investigación}
6
Omite los huevos. Los huevos retienen mucha humedad y, cuando se cocinan, liberan mucho vapor. Este vapor actúa como un agente leudante que hace que las galletas se vuelvan húmedas y esponjosas. Si no usas huevos, obtendrás galletas más planas, delgadas y crujientes.^{[6]XFuente de investigación}
- Puedes reemplazar el huevo con puré de manzana pero este también tiene mucha humedad.^{[7]XFuente de investigación}
- También puedes probar el aceite vegetal.^{[8]XFuente de investigación}
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Método 2

Método 2 de 4:

Hornear galletas delgadas y crujientes con chispas de chocolate

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1
Reúne los ingredientes. Antes de empezar a hornear, debes asegurarte de tener 2 tazas de azúcar rubia, 1 3/4 de taza de mantequilla sin sal, 1 1/2 tazas de azúcar granulada, 3 huevos, 1 cucharada de extracto de vainilla, 2 1/4 de taza de harina blanca, 1 1/2 cucharaditas de sal de mesa, 3/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y 450 g (1 libra) de chocolate amargo o semiamargo. Ten a la mano todos estos ingredientes antes de empezar a preparar las galletas.^{[9]XFuente de investigación}
- Esta receta rinde aproximadamente 34 galletas.
- Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente.
2
Precalienta el horno a 190 °C (375 °F). Es importante que el horno haya tenido suficiente tiempo para alcanzar la temperatura adecuada para hornear galletas crujientes. Si colocas la masa en un horno que no esté lo suficientemente caliente, es probable que las galletas se fusionen y se conviertan en una sola galleta enorme.^{[10]XFuente de investigación}
- Para obtener galletas más gruesa pero de todas formas crujientes, precalienta el horno a 175 °C (350 °F).^{[11]XFuente de investigación}
3
Prepara la mezcla de mantequilla. Mezcla la azúcar rubia, la mantequilla y la azúcar granulada con una batidora eléctrica hasta que la mezcla esté pálida y esponjosa. Esto debe tomar alrededor de 5 minutos. Una vez que los azúcares y la mantequilla estén acremados, añade 3 huevos uno a la vez y mézclalos completamente. Finalmente, incorpora 1/3 de taza de agua y la vainilla.^{[12]XFuente de investigación}
- La grasa ayudará a que las galletas se vuelvan más crujientes. Mientras más mantequilla uses, la galleta será más crujiente.^{[13]XFuente de investigación}
- Añade 1/4 de taza de aceite vegetal para hacer las galletas un poco más gruesas.^{[14]XFuente de investigación}
- Si no tienes una batidora eléctrica, puedes mezclar los ingredientes a mano. Sin embargo, esto tomará mucho más tiempo.
4
Mezcla la harina, la sal y el bicarbonato de sodio. Mezcla estos ingredientes en un tazón separado. Una vez que estén incorporados, añade la mezcla de harina a la mantequilla y bate en la configuración más baja hasta que estén completamente mezcladas. Finalmente, incorpora los trozos de chocolate.^{[15]XFuente de investigación}
- Asegúrate de mezclar lentamente. Debes asegurarte de que todo esté mezclado uniformemente para no hacer un desorden.
5
Congela la masa. Forra una bandeja para galletas con papel encerado. Coloca trozos individuales de masa para cada galleta sobre la bandeja y congélalos durante una hora. Debido a que se derretirán mucho mientras se hornean, trata de dejar por lo menos 10 cm (4 pulgadas) entre cada galleta.^{[16]XFuente de investigación}
- Si quieres galletas más uniformes y con una distribución más pareja, utiliza una cuchara para servir helado.
- Usar papel encerado asegurará que las galletas no se peguen. También ayuda a que las bandejas para horno duren por más tiempo.
- Si no vas a hornear todas las galletas, retira el resto de las galletas del papel encerado y colócalas en una bolsa para congelador. Puedes guardar las galletas en el congelador hasta por dos semanas.
6
Hornéalas hasta que adquieran un color marrón dorado. Coloca las galletas en el horno y hornéalas durante entre 15 y 20 minutos, girando las bandejas a la mitad del tiempo. Mientras más tiempo se horneen, se volverán más crujientes, así que prueba diferentes tiempos para encontrar el nivel adecuado para ti.^{[17]XFuente de investigación}
- Dependiendo del horno, el tiempo de cocción variará.
7
Deja enfriar a las galletas. Una vez que estén tan crujientes como desees, retíralas del horno y déjalas enfriar. Debido a que serán extremadamente delgadas, usa una espátula para retirarlas.^{[18]XFuente de investigación}
- Deja que las galletas se enfríen en la bandeja para obtener una textura más crujiente.
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Método 3

Método 3 de 4:

Hornear galletas crujientes de avena

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1
Reúne los ingredientes. Antes de empezar a hornear, asegúrate de tener los siguientes ingredientes: 1 taza de harina, 3/4 de cucharadita de polvo de hornear, 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio, 1/2 cucharadita de sal, 14 cucharadas de mantequilla, 1 taza de azúcar granulada, 1/4 de taza de azúcar rubia, 1 huevo grande, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 2 1/2 tazas de copos de avena.^{[19]XFuente de investigación}
- Esta receta rinde alrededor de 24 galletas.
- Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente.
Asegúrate de que el horno esté precalentado a la temperatura adecuada. La cantidad adecuada de calor es esencial para asegurar que obtengas galletas crujientes.^{[20]XFuente de investigación}
En un tazón mediano, mezcla la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal. Reserva esta mezcla hasta que hayas acremado la mantequilla.^{[21]XFuente de investigación}
4
Mezcla los azúcares y la mantequilla. En un tazón grande, mezcla la mantequilla, la azúcar granulada y la azúcar rubia. Si vas a usar una batidora eléctrica o una batidora de mano, empieza a una configuración baja por alrededor de 30 segundos para empezar la mezcla y luego pasa a una configuración media durante alrededor de 1 minuto o hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa. Añade el huevo y la vainilla y continúa batiendo a una configuración media hasta que estén bien mezclados.^{[22]XFuente de investigación}
- Recuerda mezclar lentamente al principio e incrementar gradualmente la velocidad para no hacer un desorden.
- También puedes mezclar a mano. Sin embargo, esto tomará más tiempo.
5
Añade los ingredientes secos. Una vez que la mezcla de mantequilla esté bien batida, añade la mezcla de harina y revuelve hasta que esté bien incorporada. Después, añade gradualmente los copos de avena y mezcla hasta que estén bien incorporados. Incorporar todos los ingredientes secos debe tomar alrededor de 2 minutos.^{[23]XFuente de investigación}
- También puedes revolver la mezcla con una cuchara de madera para asegurarte de que no queden trozos de harina sin mezclar y de que la masa esté completamente incorporada.
6
Coloca la masa en una bandeja para horno. Con una cuchara regular o una cuchara para servir helado, recoge trozos de la masa y forma bolas con ellos. Coloca cada bola de masa a una separación de alrededor de 6 cm (2,5 pulgadas) en una bandeja para horno. Si prefieres galletas más delgadas, también puedes aplastar la masa. Sin embargo, las galletas deberían derretirse lo suficiente por su cuenta y volverse bastante delgadas.^{[24]XFuente de investigación}
- En una bandeja deben entrar alrededor de 8 bolas de masa. Sin embargo, este número puede variar dependiendo del tamaño de la bandeja.
7
Hornea las galletas. Coloca la bandeja con galletas en el horno precalentado y déjalas hornear hasta que adquieran un color marrón dorado. Esto debe tomar alrededor de 15 minutos. Sin embargo, podría tomar más tiempo dependiendo de tu gusto. Cuando estén listas, los bordes deberían estar crujientes y el centro ligeramente suave.^{[25]XFuente de investigación}
- Deja que las galletas se enfríen completamente sobre la bandeja para obtener una textura más crujiente.
- Dependiendo del horno, el tiempo de cocción variará.
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Método 4

Método 4 de 4:

Hacer galletas crujientes de azúcar

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1
Reúne los ingredientes. Antes de empezar a cocinar, asegúrate de tener los siguientes ingredientes: 1 taza de mantequilla, 2 tazas de azúcar granulada, 2 huevos, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 5 tazas de harina multipropósito, 1 1/2 cucharaditas de polvo de hornear, 1 cucharadita de bicarbonato de sodio, 1/2 cucharadita de sal, 1/4 de taza de leche al 2 %.^{[26]XFuente de investigación}
- Esta receta rinde alrededor de 8 docenas de galletas.
- Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente.
Enciende el horno a 175 °C (350 °F). Si el horno está demasiado caliente o frío, no obtendrás la textura crujiente que deseas.^{[27]XFuente de investigación}
3
Acrema la mantequilla y el azúcar. En un tazón grande, mezcla la mantequilla y el azúcar hasta que estén ligeras y esponjosas. Una vez que la mantequilla esté acremada, incorpora los huevos uno a la vez, seguidos de la vainilla. Esto solo debe tomar unos minutos con una batidora eléctrica o de mano.^{[28]XFuente de investigación}
- Asegúrate de que la mantequilla esté suavizada pero no derretida.
4
Prepara la mezcla de harina. En un tazón pequeño, mezcla la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal. Una vez mezclados completamente, incorpora un poco de esta mezcla a la mezcla de mantequilla. Añade la mezcla de harina y la leche de forma alternante hasta que estén completamente incorporadas.^{[29]XFuente de investigación}
- Recuerda mezclar lentamente al principio y subir la velocidad a medida que la masa se vaya formando.
Deja la masa en el tazón y cúbrela con un paño o con film de plástico transparente. Colócala en el refrigerador durante 15 a 30 minutos o hasta que esté maleable. La masa debe ser relativamente densa.^{[30]XFuente de investigación}
6
Dales forma a las galletas. Retira la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie enharinada. Usando un rodillo, estira la masa hasta que tenga un grosor de 0,3 cm (1/8 de pulgada). Utiliza moldes para galletas para cortar las formas que quieras.^{[31]XFuente de investigación}
- Obtener el grosor adecuado cuando estires la masa te ayudará a obtener galletas más crujientes.
7
Coloca las galletas en una bandeja para horno. Engrasa una bandeja para horno o cúbrela con papel encerado. Luego, coloca las galletas cortadas en la bandeja a alrededor de 5 cm (2 pulgadas) de separación.^{[32]XFuente de investigación}
- Si las galletas están demasiado cerca, se fusionarán y es posible que los bordes no queden tan crujientes.
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Hornea las galletas. Coloca las galletas en el horno durante alrededor de 10 minutos o hasta que los bordes adquieran un color marrón claro.^{[33]XFuente de investigación}
- El tiempo de cocción puede variar dependiendo de tu gusto y del horno.
9
Deja enfriar a las galletas. Una vez horneadas, retira las galletas del horno y déjalas sobre la bandeja para que se enfríen. Esto asegurará que queden muy crujientes.^{[34]XFuente de investigación}
- Una vez que se hayan enfriado, puedes glasear las galletas. Esperar a que se enfríen asegurará que el glaseado no se derrita ni se corra.
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