Cómo reconocer los síntomas del autismo en tu persona

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Referencias

El autismo es una discapacidad congénita y que dura toda la vida, la cual afecta a diversas personas de diferente manera. Si bien a los niños pequeños les pueden diagnosticar autismo, a veces los signos no son perceptibles de inmediato, o no se comprenden. Esto significa que algunas personas autistas podrían no recibir un diagnóstico de su trastorno hasta la adolescencia o la adultez. Si con frecuencia te has sentido diferente, pero nunca has entendido el motivo, es posible que padezcas un trastorno del espectro autista.

Pasos

Parte 1

Parte 1 de 4:

Observar las características generales

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   Reflexiona sobre la manera en la que reacciones a las pistas sociales. Las personas autistas tienen dificultades para captar las pistas sociales sutiles. Esto puede dificultar diversas situaciones sociales, desde entablar amistades hasta llevarte bien con tus compañeros de trabajo. Considera si has atravesado experiencias como estas:

   • tener dificultades para entender lo que otra persona siente (como preguntarte si está muy somnolienta como para hablar o no)
   • escuchar a las personas decirte que tu comportamiento ha sido inapropiado y sentirte muy sorprendido con ello
   • no darte cuenta de que alguien está aburrido de hablar y quiere hacer otra cosa
   • sentirte desconcertado con frecuencia con el comportamiento de otras personas
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   Determina si tienes dificultades para entender los pensamientos de otras personas. Las personas autistas podrían sentir empatía y afecto por otras, pero por lo general tendrán una “empatía cognitiva y afectiva” deficientes. Esta es la capacidad de identificar lo que las otras personas piensan basándose en pistas sociales como el tono de voz, el lenguaje corporal o las expresiones faciales. Las personas autistas suelen tener problemas para percibir las sutilezas de los pensamientos de los demás, y esto puede causar malentendidos. Por lo general, ellas necesitarán que las otras personas sean claras con ellas.

   • Las personas autistas podrían tener dificultades para reconocer cuál es la opinión de alguien en torno a un tema.
   • Ellas pueden tener problemas para detectar el sarcasmo y las mentiras, ya que los autistas podrían no percatarse cuando los pensamientos de una persona son diferentes a lo que expresa verbalmente.
   • Las personas con autismo no siempre captarán las pistas no verbales.
   • En los casos extremos, tendrán muchas dificultades con la “imaginación social” y no podrán entender que las otras personas tienen ideas que son diferentes a las suyas (“teoría de la mente”).
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   Considera tus respuestas a los acontecimientos inesperados. Las personas autistas suelen depender de las rutinas conocidas para sentirse estables y seguras. Los cambios programados en la rutina, los acontecimientos nuevos y desconocidos, y los cambios súbitos en los planes pueden alterar a las personas autistas. Si eres autista, podrías experimentar algo como lo siguiente:

   • sentirte alterado, asustado o furioso por los cambios repentinos en el horario
   • olvidarte de hacer cosas importantes (como comer o tomar medicamentos) si no tienes un horario que te ayude
   • entrar en pánico si las cosas no ocurren cuando deben
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   Préstate atención para determinar si realizas comportamientos de autoestimulación. Estos se parecen a los movimientos inquietos y son un tipo de movimiento repetitivo que la persona realiza para calmarse, concentrarse, expresar emociones, comunicarse y lidiar con las situaciones difíciles. Todos realizamos estos comportamientos, pero estos son más importantes y frecuentes en las personas autistas. Si aún no te han diagnosticado, estos movimientos podrían ser más sutiles. Asimismo, podrías haber “desaprendido” algunos de tu infancia si estos han recibido críticas. Estos son algunos de ellos:

   • sacudir las manos o aplaudir
   • mecerte
   • abrazarte con firmeza, apretar tus manos o colocar mantas pesadas encima tuyo
   • mover los dedos de los pies o las manos, lápices, etc.
   • chocarse con cosas por diversión
   • jugar con el cabello
   • caminar de un lado a otro, dar vueltas o saltar
   • mirar luces brillantes, colores intensos o GIF en movimiento
   • cantar, tararear o escuchar una canción de forma repetida
   • oler jabones o perfumes
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   Identifica todo problema sensorial. Muchas personas autistas tienen un trastorno de procesamiento sensorial, también conocido como trastorno de integración sensorial, lo que significa que el cerebro tiene una sensibilidad excesiva o insuficiente a determinados estímulos sensoriales. Podrías notar que tienes algunos sentidos amplificados, mientras que otros podrían estar atenuados. Estos son algunos ejemplos:

   • Vista: abrumarte con los colores brillantes o los objetos en movimiento, no notar las cosas como las señales en el camino, o sentir atracción visual hacia el ajetreo.
   • Oído: taparte las orejas u ocultarte de los ruidos fuertes como las aspiradoras y los lugares hacinados, no notar cuando las personas te están hablando, o perderte las cosas que dicen.
   • Olfato: sentirte perturbado o con náuseas a causa de los olores que no molestan a los demás, no notar los olores perceptibles como la gasolina, adorar los olores fuertes y comprar los jabones y los alimentos con el olor más fuerte.
   • Gusto: preferir comer solo alimentos blandos o “para niños”; comer alimentos muy picantes y de sabor fuerte, pero sentir desagrado por todo lo blando; o no querer probar comidas nuevas.
   • Tacto: sentir molestia a causa de determinadas telas o etiquetas de prendas, no notar cuando las personas te tocan levemente o cuando te lesiones, o pasar las manos a cada momento, sobre todo.
   • Sistema vestibular: marearte o sentir náuseas en los autos o en columpios, o corretear y trepar las cosas de forma constante.
   • Sistema proprioceptivo: sentir en todo momento sensaciones incómodas en los huesos y los órganos, tropezarte con las cosas, o no notar cuando tienes hambre o estás cansado.
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   Determina si padeces colapsos o bloqueos. Los colapsos y las reacciones de lucha, huida o bloqueo que pueden confundirse con berrinches en los niños son estallidos emocionales que pueden ocurrir cuando una persona autista ya no puede mantener el estrés contenido. Los bloqueos tienen una causa similar, pero la persona autista se vuelve pasiva y podría perder habilidades (como hablar).

   • Podrías considerarte sensible, malhumorado o inmaduro.
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   Reflexiona sobre tu función ejecutiva. La función ejecutiva es la capacidad de mantenerse organizado, controlar el tiempo y atravesar transiciones con fluidez. Las personas autistas suelen tener dificultades con esta habilidad, y podrías tener que usar estrategias especiales (como los horarios estrictos) para poder adaptarte. Estos son los síntomas de la disfunción ejecutiva:

   • no recordar las cosas (como las tareas o las conversaciones)
   • olvidar realizar las actividades de cuidado personal (como comer, bañarse o cepillarse el cabello o los dientes)
   • perder cosas
   • postergar y tener dificultades con el control del tiempo
   • tener dificultades para iniciar una tarea y cambiar de tema
   • tener problemas para mantener limpio el espacio que habites
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   Considera tus pasiones. Las personas autistas suelen tener pasiones intensas e inusuales, a las cuales se les denominan intereses especiales. Entre estos tenemos a los camiones de bomberos, los perros, la física cuántica, el autismo, un programa de televisión favorito y escribir ficción. Los intereses especiales tienen una intensidad notable, y encontrar uno nuevo puede sentirse como enamorarse. Estos son algunos signos de que tu pasión es más fuerte que la que experimentan las personas no autistas:

   • hablar sobre tu interés especial por periodos prolongados y querer compartirlo con otros
   • ser capaz de concentrarte en tu pasión por horas y perder la noción del tiempo
   • organizar información por diversión, como en cuadros, tablas y hojas de cálculo
   • ser capaz de escribir o decir explicaciones largas y minuciosas de los detalles de tu interés de forma espontánea, quizás incluso haciendo citas
   • sentir emoción y felicidad al disfrutar tu interés
   • corregir a las personas que tengan conocimiento sobre el tema
   • tener cuidado al hablar de tu interés, por temor a molestar a las personas
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   Considera lo fácil que es para ti hablar y asimilar el discurso. El autismo suele asociarse a las dificultades relacionadas con el lenguaje hablado, cuyo grado varía en gran medida en cada persona. Si eres autista, podrías experimentar lo siguiente:

   • aprender a hablar en un momento tardío de la vida (o no hacerlo en lo absoluto)
   • perder la capacidad de hablar cuando te sientes abrumado
   • tener problemas para encontrar palabras
   • tomar pausas largas en las conversaciones para poder pensar
   • evitar las conversaciones difíciles porque no estás seguro de poder expresarte
   • tener dificultades para entender el discurso cuando los elementos acústicos son diferentes, como en un auditorio o con una película sin subtítulos
   • no recordar la información hablada, sobre todo las listas largas
   • necesitar tiempo adicional para asimilar el discurso (como no reaccionar a tiempo a una orden como “¡Atrápala!”)
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    Examina tu apariencia. Un estudio descubrió que los niños autistas tienen diferentes características faciales, como un área superior amplia en el rostro, ojos grandes y ampliamente separados, un área de la nariz y las mejillas corta, y una boca ancha. Dicho de otro modo, tienen un rostro similar al de un “bebé”. Podrías lucir más joven o las personas podrían decirte que luces atractivo o adorable.

    • No todo niño autista tendrá todos estos rasgos faciales. Quizás solo tengas algunos.
    • También se ha descubierto la presencia de vías respiratorias inusuales (doble ramificación de los bronquios) en las personas autistas. Los pulmones de estas personas son totalmente normales, hasta la doble ramificación al final de los pasajes.
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Parte 2

Parte 2 de 4:

Navegar en internet

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   Busca pruebas de autismo en internet. Las pruebas como la del cociente de espectro autista (AQ, por sus siglas en inglés) y la escala de diagnóstico de autismo y asperger (RAADS, por sus siglas en inglés) pueden ayudar a darte una idea de si padeces un trastorno de este espectro. Estas no son un reemplazo de un diagnóstico profesional, pero son una herramienta útil.

   • Algunos cuestionarios profesionales se encuentran disponibles en internet.
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   Acude a las organizaciones dirigidas en su mayoría o totalmente por personas autistas, como la Autism Self-Advocacy Network y la Autism Women's Network (o un ente similar en tu región). Estas organizaciones brindan una visión mucho más clara del autismo que aquellas dirigidas exclusivamente por padres o familiares. Las personas autistas comprenden mejor su propia vida y pueden brindar la mayor información.

   • Evita a las organizaciones sobre el autismo que sean tóxicas y negativas. Algunos grupos relacionados con el autismo dicen cosas terribles sobre las personas autistas, y podrían fomentar la pseudoconsciencia. Autism Speaks es un gran ejemplo de una organización que emplea la retórica del desastre. Busca organizaciones que brinden un punto de vista más equilibrado y que empoderen a las voces autistas en lugar de excluirlas.
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   Lee el trabajo de los escritores autistas. Muchas personas autistas adoran la blogosfera, en donde pueden comunicarse con libertad. Muchos blogueros conversarán sobre los síntomas del autismo y ofrecerán consejos a las personas que no sepan con certeza si padecen un trastorno de este espectro.
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   Acude a las redes sociales. Muchas personas autistas pueden encontrarse con hashtags como #Autismo y #SoyAutista. En general, la comunidad autista es muy acogedora con las personas que se preguntan si son autistas o que se diagnostican por su cuenta.
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   Empieza a investigar sobre las terapias. ¿Qué tipo de terapias necesitan las personas autistas de vez en cuando? ¿Te parece que alguna de las terapias te ayudaría?

   • Recuerda que cada persona autista es diferente. Un tipo de terapia que es útil para alguien podría no serlo para ti, y una que no le funcione a otra persona podría servirte.
   • Ten en cuenta que algunas personas pueden abusar de ciertas terapias (sobre todo la de análisis conductual aplicado). Evita las que parezcan represivas, basadas en el cumplimiento o crueles. Tu objetivo es empoderarte a través de la terapia, no volverte más obediente ni que otras personas puedan manejarte con facilidad.
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   Investiga sobre las afecciones similares. El autismo puede generar problemas para el procesamiento sensorial, ansiedad (incluido el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad generalizada y la social), epilepsia, problemas gastrointestinales, depresión, TDAH, dificultad para dormir y una gran variedad de enfermedades mentales y físicas. Determina si alguno de estos trastornos te parece algo que podrías tener.

   • ¿Podrías haber confundido otra afección con el autismo?
   • ¿Podrías tener autismo Y otra afección? ¿O incluso más afecciones?
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Parte 3

Parte 3 de 4:

Confrontar tus ideas erradas

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   Ten en cuenta que el autismo es congénito y dura toda la vida. El autismo es genético en su mayoría o su totalidad, y empieza en el útero (aunque algunos signos conductuales no surgen hasta que el bebé sea un niño pequeño o alcance una edad mayor). Las personas nacen autistas y siempre lo serán. Sin embargo, no debes temerle a ello. La vida de las personas autistas puede mejorar si tienen el apoyo adecuado, y las adultas pueden tener una vida feliz y realizada.

   • El mito más popular sobre las causas del autismo es que las vacunas lo causan, lo cual han desmentido más de una decena de estudios. Esta mentira fue difundida por un investigador que falsificó la información y ocultó conflictos de intereses económicos. Su trabajo se ha desmentido de manera minuciosa y perdió su licencia por malas prácticas.
   • Las tasas de autismo reportadas no incrementan porque nacen más personas autistas. En lugar de ello, estas aumentan porque las personas se vuelven más eficaces en la identificación del trastorno, sobre todo en las mujeres y las personas de color.
   • Los niños autistas se convierten en adultos autistas. Las historias de personas que se “recuperan” del autismo en realidad muestran a personas que han aprendido a ocultar sus rasgos autistas (y podrían sufrir problemas de salud mental como resultado) o a aquellas que nunca lo han sido.
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   Ten en cuenta que las personas autistas no carecen automáticamente de empatía. Ellas podrían tener dificultades con los aspectos cognitivos de la empatía y al mismo tiempo ser muy afectuosas y amables. Muchas personas autistas hacen lo siguiente:

   • Ellas son totalmente capaces de sentir empatía.
   • Estas personas muestran empatía adecuadamente, pero no siempre entienden las pistas sociales y por lo tanto podrían no entender lo que alguien siente.
   • Tal vez no puedan mostrar una empatía adecuada, pero aun así preocuparse mucho por otras personas y ser buenas.
   • Ellas desean que las personas dejaran de hablar sobre la empatía.
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   Reconoce que las personas que catastrofizan sobre el autismo están equivocadas. El autismo no es una enfermedad, una carga ni un trastorno que destruye la vida. Muchas personas autistas pueden tener una vida valiosa, productiva y feliz. Estas personas han escrito libros, financiado organizaciones, dirigido eventos a nivel nacional o mundial, y mejorado el mundo de muchas maneras. Incluso aquellas que no pueden vivir por su cuenta o trabajar pueden mejorar el mundo a través de su amabilidad y amor.
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   No asumas que las personas autistas son perezosas o groseras a propósito. Ellas tienen que esforzarse más para cumplir con muchas expectativas sociales de amabilidad. En ocasiones, ellas fracasan. Podrían notar que han fracasado y pedir disculpas, o quizás necesiten que alguien se los diga. La culpa por las suposiciones negativas se les debe atribuir a las personas que las adoptan, no a las autistas.
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   Ten en cuenta que el autismo es una explicación, no una excusa. La mayoría de las veces en las que se mencione el autismo luego de un desacuerdo, esta debe ser una explicación del comportamiento de la persona autista, no un intento de escapar de las consecuencias.

   • Por ejemplo, “Lamento haber herido tus sentimientos. Soy autista y no entendí que estaba siendo grosero al llamarte gorda. Te considero una persona hermosa y recogí estas flores para ti. Por favor acepta mis disculpas”.
   • Por lo general, las personas que se quejan sobre las que son autistas “y lo usan como una excusa” han conocido a una mala persona o están molestas por el hecho de que estas existan y tengan una voz. Esta es una suposición muy grosera y destructiva sobre un grupo de personas. No dejes que esto afecte tu perspectiva sobre las personas autistas en general.
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   Evita la idea de que hay algo malo con los movimientos autoestimulantes. Estos son un mecanismo natural que te ayuda a calmarte, concentrarte, prevenir los colapsos y expresar tus sentimientos. Evitar que alguien los realice es perjudicial e incorrecto. Solo hay un par de casos en los que estos movimientos son inapropiados, como los siguientes:

   • Si esto causa lesiones o dolor en el cuerpo. Golpearse la cabeza o el cuerpo, o morderse son malas acciones. Puedes reemplazarlas con un movimiento autoestimulante inofensivo, como sacudir la cabeza y morder pulseras masticables.
   • Si viola el espacio personal de otra persona. Por ejemplo, jugar con el cabello de otra persona sin su permiso es una mala idea. Sin importar si son autistas o no, las personas necesitan respetar el espacio personal de los demás.
   • Si evita que trabaje. Es bueno estar en silencio en los lugares en donde las personas trabajan, como las escuelas, las oficinas y las bibliotecas. Si estas están tratando de concentrarse, lo adecuado es realizar movimientos autoestimulantes sutiles o ir a un lugar en donde no tengas que estar en silencio.
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   Deja de ver al autismo como un rompecabezas que debes resolver. Las personas autistas están completas. Ellas le agregan diversidad y perspectivas importantes al mundo. No hay nada de malo con quienes son.
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Parte 4

Parte 4 de 4:

Consultar con las personas que conozcas

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   Consulta sobre ello con tus amigos autistas. Si no tienes amigos autistas, trata de conseguir algunos. Explica que crees que podrías ser autista y que te preguntabas si han identificado algún signo del autismo en ti. Ellos podrían hacerte preguntas para entender mejor tus experiencias.
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   Pregúntales a tus padres o tutores sobre tus objetivos de desarrollo. Explícales que has estado sintiendo curiosidad por la etapa inicial de tu infancia y pregunta cuándo has cumplido diferentes objetivos de desarrollo. Es normal que los niños autistas alcancen sus objetivos más tarde o de forma desordenada.

   • Averigua si tienen algún video de tu infancia que puedas ver. Identifica los movimientos autoestimulantes y otros signos del autismo en los niños.
   • También considera los objetivos en los últimos años de la infancia y en la adolescencia, como aprender a nadar, manejar bicicleta, cocinar, limpiar un baño, lavar la ropa y conducir.
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   Muéstrale a un amigo cercano o un familiar un artículo sobre los signos del autismo (como este artículo de How.com.vn). Explícale que este te ha recordado a ti y pregúntale si también ha identificado similitudes. Las personas autistas podrían tener problemas para percatarse de su trastorno, por lo que otra persona podría notar los rasgos de los cuales no te has percatado.

   • Ten en cuenta que nadie entenderá lo que ocurre dentro de tu mente. Las personas no verán todos los cambios que realizas para lucir más “normal”, y por lo tanto podrían no notar que tu cerebro funciona diferente. Algunas personas autistas pueden entablar amistades e interactuar con otros sin que se den cuenta de que son autistas.
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   Conversa con tu familia cuando te sientas listo. Considera acudir a un especialista para que te diagnostique. Muchos planes de seguros de salud cubrirán diversas terapias, como la del discurso, la ocupacional y la de integración sensorial. Un buen terapeuta puede ayudarte a mejorar tus habilidades para adaptarte con la mayor eficacia al mundo neurotípico.
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Consejos

• Recuerda que eres una persona positiva e importante, sin importar si eres autista o no. El autismo y la condición de persona no son mutuamente excluyentes.

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Advertencias

• No consultes con organizaciones antiautismo. Por lo general, estas páginas web serán inexactas e incluso podrían ser inhumanas. En general, sé crítico con las páginas web que presionen para encontrar curas, proclamen el lenguaje orientado primero en la persona, se lamenten por las familias “arruinadas” o muestren al autismo como el enemigo. Estas no serán amables ni exactas.

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