Cómo sobrevivir a un ataque de avestruz

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En este artículo:

Evadir una embestida

Ahuyentar a un avestruz

Evitar ataques

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Referencias

Es probable que encuentres avestruces en safaris, granjas o en medio de la naturaleza. Sin embargo, sin importar dónde los encuentres, debes tratarlos con la máxima precaución. Aunque estas aves no suelen cazar seres humanos, pueden lesionarte y matarte si las provocas. Son extremadamente rápidas y pueden dar golpes mortales por la fuerza cortante de sus piernas, sin mencionar sus garras letalmente afiladas. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de estas aves. Si esto no es posible, puedes agacharte para cubrirte y esconderte. Como último recurso, es probable que incluso tengas que luchar contra el avestruz para defenderte.

Pasos

Método 1

Método 1 de 3:

Evadir una embestida

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   Corre en busca de una cubierta cercana. Los avestruces alcanzan velocidades de 70 km (43 mph) en terrenos abiertos. Si existe vegetación densa o bosques lo suficientemente cerca como para que los alcances antes de que el avestruz te aventaje, dirígete hacia esos lugares. Evita que el avestruz alcance una velocidad óptima para que tenga menos posibilidades de aventajarte.

   • Si detectas una cubierta más resistente que la vegetación (por ejemplo, un automóvil o una estructura artificial), dirígete hacia ella. La patada de un avestruz puede golpearte con un impacto de 500 psi, que es suficiente para matar a un ser humano.
   • Si calculas que no lograrás alcanzar la cubierta, NI SIQUIERA lo intentes. Los avestruces son extremadamente rápidos y te atacarán con una patada en la espalda en cuanto te alcancen.
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   Escóndete. Ten la seguridad de que, aunque los avestruces consumen carne, se inclinan más por los insectos, los reptiles pequeños y los roedores. Comprende que un avestruz provocado te perseguirá principalmente porque se siente amenazado y no porque quiera comerte. A la primera oportunidad, debes agacharte detrás de la cubierta para ocultarte de su vista, en lugar de arriesgarte a una persecución prolongada. Espera a que el avestruz pierda interés una vez que crea que te has marchado.
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   Súbete a un punto elevado. Recuerda que un avestruz es incapaz de volar. Si no encuentras un escondite al nivel del suelo, puedes subir a un árbol, una cerca, u otra estructura. Espera a que el avestruz pierda el interés y se vaya antes de volver a bajarte.

   • Por lo general, un avestruz adulto tiene entre 2 y 3 metros (7 y 9 pies) de altura. Aunque no tiene dientes, puede golpearte con su pico y potencialmente alterar tu equilibrio. Debes buscar un punto más elevado para mantenerte fuera de su rango.
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   Métete en un arbusto espinoso. Opta por ser picado por las espinas en lugar de ser destripado por las garras afiladas del avestruz. Si no detectas otros escondites disponibles, salta directamente a un arbusto espinoso. Espera a que el avestruz se marche antes de salir.

   • El avestruz dejará de asomar la cabeza buscándote para proteger sus grandes ojos.
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   Acuéstate en el suelo. Resiste la tentación de correr para esconderte o subirte a un punto alto si te encuentras demasiado lejos. En su lugar, hazte el muerto como un recurso de último momento. Acuéstate con el estómago sobre el suelo. Cubre la parte posterior de tu cabeza con los brazos para protegerte el cráneo. Prepárate para que el avestruz se divierta contigo. Espera a que se canse de jugar y se marche antes de volver a ponerte de pie. Ten en cuenta que este método aún puede provocarte lesiones.

   • El riesgo de lesiones por la fuerza del impacto de una patada del avestruz se reduce drásticamente cuando te recuestas. El avestruz patea hacia adelante y luego hacia abajo, empleando la mayor parte de su fuerza en el movimiento hacia adelante.
   • Las garras todavía representan un peligro. Acuéstate boca abajo para proteger mejor tus órganos, ya que el avestruz puede rastrillarte con sus garras.
   • Es probable que el avestruz se pare o incluso se siente sobre ti antes de que se canse. Un avestruz adulto puede pesar entre 90 y 160 kg (198 y 350 libras).
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Método 2

Método 2 de 3:

Ahuyentar a un avestruz

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   Utiliza un arma larga. Si te ves obligado a defenderte del animal, debes evitar el combate cuerpo a cuerpo. Mantente lo más alejado que puedas del alcance de sus piernas. Toma el objeto más cercano y más largo que puedas utilizar como arma (por ejemplo, una vara, un rastrillo, una escoba o una rama).

   • Si tienes un arma y necesitas utilizarla, debes apuntar al cuerpo del avestruz para asegurarte de dar en el blanco. Aunque el animal te atacará con las piernas o el pico, es muy sencillo que falles el golpe si apuntas a las piernas y el cuello.
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   Mantente a un costado del ave. Considérate en mayor riesgo si te encuentras cara a cara con el animal. Recuerda que un avestruz solo puede patear las piernas directamente delante de sí. Trata de permanecer detrás o a un costado del ave lo más que puedas para mantenerte alejado de su arma más poderosa.
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   Apunta al cuello. Considera esta parte como la más débil del cuerpo del avestruz. Debes golpearlo donde se encuentre más vulnerable y menos protegido para derrotarlo con mayor rapidez. Si esto no es posible, debes apuntar al pecho. Concentra tus esfuerzos entre ambos puntos según lo permita la situación. Continúa golpeando hasta que el animal salga huyendo.
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   Lastímale las alas. Si el avestruz se niega a rendirse a pesar de los ataques en el cuello, debes apuntar hacia las alas en cuanto tengas la oportunidad. Ten en cuenta que un avestruz utiliza las alas no para volar, sino para cambiar de rumbo más suavemente mientras corre, como si se tratara del timón de un barco. Al dañarle las alas, tus posibilidades de huir en zigzag pueden mejorar ligeramente si te ves obligado a retirarte.
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   Apunta a las piernas. Si te encuentras detrás o al costado del ave y puedes golpearle fácilmente en las patas, hazlo. El centro de gravedad del avestruz depende por completo de sus dos piernas delgadas. Si tienes la oportunidad, golpea una o ambas piernas para alterar su equilibrio y velocidad y aplacar su impresionante poder.
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Método 3

Método 3 de 3:

Evitar ataques

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   Presta atención al entorno. Si te encuentras en un área que puede albergar avestruces, debes evaluar el paisaje. Evita las áreas abiertas. Mantente cerca de las cubiertas y observa las áreas hacia las que sería más seguro retirarte si te encuentras con un avestruz que quiere embestirte.
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   Evita el contacto cercano. Mantén una distancia segura si ves un avestruz en la naturaleza. Considera cualquier distancia menor a 100 m (110 yardas) como demasiado cerca. Debes retroceder si el ave avanza hacia ti, incluso si parece estar tranquila. Nunca acorrales a un avestruz, ya que esto provocará una respuesta de “lucha” en lugar de una de “fuga”.

   • Aunque las imágenes de personas acariciando, besando e incluso montando avestruces pueden hacerte creer que es seguro acercarse a estas aves, ten en cuenta que estas imágenes son de avestruces domesticadas en granjas. Incluso estas aves deben ser tratadas con la misma precaución y respeto que las silvestres para evitar lesiones.
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   Ten cuidado con los avestruces durante el periodo de apareamiento. Ten en cuenta que es más sencillo provocar a estas aves durante este periodo, en especial a los machos, que tienen la tarea de proteger los huevos de la hembra. Dado que los avestruces tienden a deambular en parejas o solos en otras épocas del año, reconocerás el periodo de apareamiento por la presencia de manadas de 5 a 50 avestruces.

   • Puedes identificar a los machos por sus plumas negras, puntas de alas blancas, plumas en la cola, y el color rojo que aparece en la parte delantera de sus piernas.
   • Las hembras se distinguen por sus plumas marrones y plumas y puntas de ala grises.
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