Cómo poner un vendaje compresivo

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Tratar una hemorragia

Tratar una mordedura de serpiente

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Referencias

La aplicación correcta de un vendaje compresivo después de una lesión grave podría salvar tu vida o la de otras personas. Esta importante técnica de primeros auxilios bloquea la pérdida rápida de sangre. Además, proporciona compresión a los vasos sanguíneos lesionados, lo que estimula la coagulación de la sangre. Puedes utilizar este tipo de vendaje para tratar mordeduras de serpientes venenosas. La presión sobre los vasos sanguíneos evita que el veneno en el área de la mordedura se propague en el torrente sanguíneo y, potencialmente, en todo el cuerpo. El vendaje compresivo funciona mejor para estabilizar las heridas en las extremidades, los brazos y las piernas.

Pasos

Método 1

Método 1 de 2:

Tratar una hemorragia

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   Prioriza el tratamiento de la hemorragia. El tiempo es esencial cuando una herida profunda sangra de manera profusa. Debes llamar o enviar ayuda de inmediato, o elaborar un plan para contactar al personal médico si te encuentras en un lugar remoto.

   • Estabiliza a la víctima tanto como sea posible antes de considerar abandonarla si estás solo con ella. Debes delegar funciones si varias personas están presentes. Deja que una persona llame o busque ayuda, y otra te ayude a aplicar el vendaje compresivo.
   • Si la víctima está consciente, debes pedirle su consentimiento para tratar la herida antes de tocarla.
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   Expón toda la herida para verificar la extensión completa de la lesión. Corta, rompe, remanga o levanta la ropa para despejar la herida. Si la ropa está adherida a la herida, deja esa parte en su lugar y trabaja alrededor de ella. No trates de lavar la herida y resiste el impulso de retirar cualquier objeto ensartado.

   • Si tienes acceso a una solución salina estéril, puedes aplicar un poco para mantener la herida húmeda y retirar la ropa con suavidad.
   • Ayuda a que la herida se coagule. Si arrancas la parte de la ropa que está adherida a la herida, vas a alterar los coágulos de sangre y provocarás una hemorragia.
   • Evita retirar objetos, ya que pueden tener un efecto de taponamiento o compresión dentro de la herida. Los vasos sanguíneos, las arterias o las venas que sufrieron una lesión pueden coagularse más rápido si se les aplica cualquier tipo de presión. Si retiras un objeto de la herida, puede provocar una hemorragia o una pérdida de sangre más rápida.
   • Si la herida presenta un objeto ensartado, debes tomar un vendaje triangular y enrollarlo con una cuerda. Envuelve esta cuerda alrededor del objeto para evitar que se mueva. Trata de no empujar el objeto mientras realizas este procedimiento. También puedes utilizar una gasa enrollada en ambos lados del objeto. Luego, pega el vendaje de soporte en su lugar. Si no hay más remedio, puedes utilizar ropa u otros materiales que estén lo más limpios posible. Es importante que muevas el objeto ensartado lo menos posible, de manera que no provoque daño a los tejidos o vasos sanguíneos ni inicie una nueva hemorragia.
   • Deja que el personal médico lave la herida. La limpieza más ligera podría desalojar los coágulos de sangre. Trata las heridas graves y profundas de manera diferente a las superficiales y comunes. No manipules la herida más de lo necesario. Puedes proteger la herida de una mayor contaminación si el área alrededor de la víctima está sucia o llena de productos químicos.
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   Aplica un vendaje regular sobre la herida. Busca el paño más limpio que tengas si no cuentas con un botiquín de primeros auxilios. Estabiliza los objetos ensartados que sobresalen de la herida con un poco de vendaje o tela antes de cubrir la herida. Luego, asegura el vendaje en su lugar.

   • Si no existe ningún objeto ensartado, debes preparar un vendaje de gasa antiadherente estéril o el paño más limpio y absorbente que tengas. Dóblalo para formar un vendaje de aproximadamente 2 cm (1 pulgada) de espesor y aplícalo sobre la herida.
   • Luego, toma un vendaje triangular u otra longitud de tela de aproximadamente 1 m (3 pies) de largo. Dóblalo para formar un lazo del ancho de la palma de tu mano y luego envuélvelo alrededor de la extremidad. Debes asegurarlo con un nudo firme pero fácilmente ajustable.
   • No ubiques el nudo sobre la herida, sino hacia la parte exterior de la extremidad.
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   Revisa la extremidad para detectar indicios de isquemia después de asegurar el vendaje. Cerciórate de que no se haya vuelto azul ni se haya enfriado. Este es un paso crítico si has amarrado la tela alrededor de la extremidad.

   • Afloja ligeramente el vendaje si detectas indicios de un suministro inadecuado de oxígeno a la extremidad o si no logras detectar el pulso. Revisa el pulso debajo del vendaje. Verifica el interior de la muñeca cerca del pulgar o sobre el pie cerca del tobillo.
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   Eleva la extremidad lesionada. La extremidad debe elevarse por encima del nivel del corazón de la víctima. No levantes la extremidad antes de colocar una férula sobre los huesos fracturados.

   • Debes elevar la pierna colocando el pie o el tobillo sobre un paquete, un tronco, una piedra o cualquier otro objeto. Este procedimiento funcionará si la víctima se encuentra acostada o sentada. Eleva el brazo colocando el antebrazo sobre el pecho si la víctima está acostada boca arriba o colocando la muñeca sobre la cabeza si está sentada.
   • Utiliza objetos rectos (como ramas, espuma o cartón) y materiales de envoltura (como ropa o redes de alpinismo) para colocar una férula improvisada sobre la extremidad. Debes utilizar materiales de envoltura para cubrir primero los objetos que vas a utilizar como férulas y evitar una infección. Corta o rasga secciones para que tengas al menos tres ataduras. Luego, utilízalas para asegurar los objetos sobre la extremidad y mantener la fractura inmovilizada y las articulaciones lesionadas rectas. No pongas en riesgo el flujo de sangre hacia la extremidad al ajustarla demasiado mientras la envuelves.
   • No ubiques las ataduras del vendaje sobre la parte superior de la herida o la fractura. Debes aplicarlas por encima y por debajo del área de la lesión. Recuerda revisar la mano o el pie debajo de la férula para verificar un flujo de sangre adecuado.
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   Aplica presión manual sobre la herida. Debes aplicar presión directa sobre el vendaje con la mano y mantenerla de 5 a 10 minutos. Vuelve a evaluar para detectar indicios de hemorragia incontrolada (por ejemplo, sangre empapando el vendaje regular o goteando debajo de este).
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   Aplica el vendaje compresivo solo si la presión manual y la elevación no funcionan. Si la presión directa no logra detener la hemorragia y la herida aún sangra a través de una segunda capa de vendaje, es hora de aplicar un vendaje compresivo. Los vendajes compresivos previenen la pérdida de sangre prolongada y excesiva, lo que puede provocar una caída en el volumen sanguíneo (disminución en la cantidad de sangre que fluye en los vasos), disminución de la presión arterial, pérdida de conciencia y la muerte.

   • Debes reemplazar cualquier pérdida de volumen de sangre y aumentar la presión arterial de la víctima con líquidos por la boca. Solo debes realizar este procedimiento si la persona está completamente consciente y la herida se ha estabilizado.
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   Crea vendajes improvisados con franjas de tela. Puedes utilizar prendas rasgadas o cortadas (por ejemplo, camisetas, pantalones o calcetines). Luego, coloca el vendaje compresivo sobre el vendaje regular.

   • Protege la herida y evita que la hemorragia empeore. Si necesitas retirar el vendaje compresivo por algún motivo, el vendaje regular estará en su lugar para evitar la alteración de algún coágulo que se haya formado sobre la herida.
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   Asegura un fajo de vendas improvisadas sobre la herida. Toma un pedazo de tela largo y envuélvelo firmemente alrededor de los vendajes enrollados. Luego, amarra los extremos juntos. Debes aplicar suficiente presión para ayudar a ganar hemostasia, pero evita crear un efecto de torniquete ajustado. Debes ser capaz de pasar un dedo debajo del nudo.

   • Después de aplicar el vendaje de seguridad, debes revisar los dedos de las manos o los pies más allá del vendaje para asegurarte de que aún se encuentren rosados y calientes. Si no, debes aflojar los vendajes y volver a intentarlo.
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    Revisa con frecuencia la extremidad con el vendaje compresivo. Vuelve a evaluar la extremidad para asegurarte de que la hemorragia se haya detenido. Es probable que un tratamiento adicional sea necesario. También debes buscar indicios de disminución de la circulación en la extremidad. Existe un riesgo de pérdida de tejido si un vendaje impide el flujo de sangre durante demasiado tiempo.

    • Afloja el vendaje compresivo si la extremidad se enfría, se pone azul, se adormece o pierde el pulso debajo del vendaje. Cuando ocurre una distribución inadecuada de oxígeno hacia la extremidad, el tejido puede comenzar a morir y la extremidad podría verse perjudicada hasta el punto de requerir una amputación.
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    Trata las hemorragias en el torso y la cabeza de forma diferente. Utiliza vendajes improvisados o vendajes de un botiquín de primeros auxilios para aplicar presión manual sobre el torso (el pecho y el abdomen) y la cabeza de una manera muy específica. Debes tener mucho cuidado al aplicar compresión sobre estas áreas.

    • Debes cambiar tu técnica al aplicar un vendaje compresivo sobre el torso. Los primeros pasos son los mismos. No retires ningún objeto de la herida. Aplica el vendaje regular. Si es posible, utiliza cinta adhesiva sobre este vendaje, pero no lo asegures envolviendo la tela alrededor de la víctima, ya que podrías poner en riesgo su capacidad para respirar. Enrolla la tela o los vendajes sobre el vendaje regular de la herida. Aplica presión manual suficiente sobre el fajo para detener la hemorragia sin interferir con la respiración de la víctima. Mantén esta compresión durante 15 minutos. Continúa con la presión manual si existen indicios de hemorragia continua (por ejemplo, un vendaje empapado o sangre que gotea alrededor del vendaje regular).
    • Debes continuar con esta compresión hasta que llegue el personal médico o hasta que la herida comience a coagularse.
    • No apliques presión a una herida sobre la cabeza si el cráneo de la víctima parece deformado. Busca áreas hundidas, fragmentos de huesos visibles o tejido cerebral expuesto. No apliques presión sobre una herida que involucre el ojo o si un objeto en la herida perfora claramente el cráneo. Debes cubrir la herida suavemente con vendas, hacer que la víctima se acueste y conseguir atención médica lo más pronto posible. Continúa agregando más vendas sobre la parte superior si el vendaje se empapa.
    • Evalúa la herida en la cabeza y asegúrate de aplicar presión con seguridad. Establece cuál de los vendajes se considerará el regular (incluso si no está asegurado) y no lo retires.
    • Aplica presión manual sobre un fajo de paños o vendas encima del vendaje regular durante 15 minutos. Si la hemorragia continúa, debes volver a aplicar presión manual hasta que llegue el personal médico.
    • Las heridas en la cabeza sangran demasiado porque existen muchos vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel, así que debes tener a la mano varias vendas adicionales si están disponibles.
    • Ten en cuenta que el cabello dificulta el uso de cinta adhesiva e incluso los pedazos largos de tela que envuelven la cabeza tienden a deslizarse. No pierdas el tiempo tratando de conseguir un vendaje regular.
    • Nunca envuelvas nada alrededor del cuello.
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    Aplica un torniquete a una extremidad como último recurso. Debes utilizar un torniquete si ninguna otra técnica (elevación, presión manual o vendaje compresivo) ha funcionado. Un torniquete comprime las arterias y las venas con mucha firmeza. Muy poca sangre fluye más allá de la punta de un torniquete, lo que detiene la hemorragia de la herida.

    • Un torniquete puede ser algo así como un dispositivo especial, un cinturón o un pedazo largo de tela y se utiliza solo para las extremidades. La mejor ubicación para envolver el torniquete es dentro de 2 a 8 cm (de 1 a 3 pulgadas) del área de la herida para minimizar la muerte o daño del tejido. El torniquete debe ubicarse más cerca del corazón que de la herida. Coloca un pedazo de tela o ropa de la víctima debajo del torniquete para proteger la piel. Evita retirar el torniquete una vez que lo hayas colocado.
    • No es necesaria demasiada presión constante para impedir el flujo de sangre. Sin embargo, un torniquete no tiene el mismo efecto de un vendaje compresivo. Es un vendaje demasiado ajustado que se coloca alrededor de una extremidad. Existe un riesgo definitivo de pérdida de tejido e isquemia. Debes sopesar el riesgo de pérdida de una extremidad frente a la pérdida de una vida.
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Método 2

Método 2 de 2:

Tratar una mordedura de serpiente

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   Prioriza la inmovilización de la víctima y aplica un vendaje compresivo sobre la extremidad. Se cree que la técnica de inmovilización por presión impide la propagación del veneno desde el lugar de la mordedura hacia la circulación. Piensa ponerte en contacto con el personal médico mientras tratas la herida.

   • Algunas investigaciones han demostrado que muy poco veneno llega al torrente sanguíneo si se aplicas presión sobre la mordedura y la extremidad afectada está inmovilizada, pero aún no se ha comprobado.
   • Debes acudir a lugares conocidos por tener serpientes venenosas con al menos tres personas. Una puede llamar a emergencias o pedir ayuda, mientras que otra puede tratar las mordeduras.
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   Deja la ropa de la víctima en su lugar. Debes mantener a la víctima y a la extremidad afectada lo más inmóviles posible para evitar estimular la propagación del veneno en el torrente sanguíneo.
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   Deja que la mordedura de la serpiente se desangre de 15 a 30 segundos. Debes dejar que la herida sangre mientras se mantiene inmóvil para extraer el veneno del sistema circulatorio.

   • Durante esta fase de expulsión, trata de mantener la extremidad más baja que el corazón para estimular a que la sangre expulse el veneno, en lugar de introducirlo más en el cuerpo.
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   Consigue un material suave y flexible para el vendaje compresivo. Puedes utilizar materiales flexibles como vendas elásticas o pantimedias si están disponible. Corta o rasga algo suave (por ejemplo, ropa o toallas) en tiras para crear un vendaje improvisado.
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   Aplica el vendaje compresivo hacia arriba sobre la extremidad. Debes avanzar hacia arriba de la extremidad para cubrir el área de la mordedura, como mínimo. Cubre la extremidad lo más lejos posible y deja que solo la cantidad de vendajes te limite.

   • Comienza a envolver desde el pie y cruza la rodilla para mordeduras en cualquier parte de la pierna. Debes comenzar a envolver desde los dedos y cruzar el codo para mordeduras en cualquier parte del brazo. Las mordeduras que se ubican en la parte superior del brazo y el muslo son difíciles de cubrir, pero puedes intentar tratarlas como si estuvieran en el torso.
   • Esta envoltura hacia arriba puede estrujar un poco de veneno hacia la circulación, pero será más cómoda y la víctima lo tolerará por más tiempo. El vendaje compresivo debe estar tan ajustado como si se aplicaría sobre un esguince de tobillo.
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   Inmoviliza la extremidad afectada con una férula. Debes tener cuidado de cruzar la articulación para maximizar la restricción del movimiento. No dejes que la víctima mueva la extremidad para que puedas aplicarle la férula.

   • Puedes utilizar cualquier objeto rígido (como una rama, una herramienta con mango o un periódico enrollado). Envuelve estos objetos con los mismos materiales suaves y flexibles que utilizaste para comprimir la extremidad antes de utilizarlos para hacer la férula.
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   Verifica el pulso en la extremidad afectada. Afloja el vendaje si no detectas el pulso, ya que es probable que el vendaje esté demasiado ajustado. El objetivo es que el pulso se sienta fuerte y normal.

   • Verifica el pulso sobre la parte superior del pie cuando el vendaje compresivo se encuentre sobre la pierna. Debes revisar el pulso en la muñeca cerca del pulgar si el vendaje compresivo se encuentra sobre el brazo.
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   Mantén la extremidad en una posición de gravedad neutral si es posible. El veneno puede propagarse en la circulación si la extremidad se mantiene por encima del nivel del corazón. La inflamación puede ocurrir si la extremidad cuelga por debajo del nivel del corazón.

   • Acuesta a la víctima boca arriba con los brazos a los costados e indícale que no se mueva.
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   Trata las mordeduras de serpientes en el torso, la cabeza y el cuello de manera diferente. Coloca un paño o vendas y aplica presión manual sobre una mordedura en el torso. Debes tener cuidado de no restringir la respiración. No le suministres primeros auxilios si la mordedura se encuentra en la cabeza o el cuello. Debes mantener a la víctima inmóvil sin importar la ubicación de la mordedura y buscar asistencia médica de inmediato.
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    Inicia el tratamiento con antisuero lo antes posible. No retires el vendaje compresivo hasta justo antes de administrar el antídoto en un centro médico. El tratamiento oportuno con antisuero disminuirá la probabilidad de morbilidad (efectos secundarios graves en el largo plazo) y mortalidad (muerte) por el veneno de la serpiente.

    • El antisuero contiene anticuerpos (células sanguíneas que utiliza el cuerpo para destruir cualquier agente extraño) contra venenos específicos que se encuentran en las serpientes. Está elaborado con sangre de caballos u ovejas que fueron expuestos a un veneno específico.
    • No escuches cuentos erróneos acerca de cómo tratar una mordedura de serpiente. No apliques succión bucal. No cortes el área de la mordedura. No apliques compresas frías ni calientes. No apliques un torniquete. No trates de matar y traer a la serpiente, ya que esto solo hará que retrases la aplicación de un tratamiento.
    • Debes tratar la mordedura como si fuera una serpiente venenosa si no logras identificar su tipo.
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    Proporciona cuidados de apoyo a la víctima. Debes ayudarla a lidiar con cualquier síntoma a medida que surgen. Anímala a quedarse quieta. El antisuero es el tratamiento definitivo que combatirá el veneno de la serpiente y ayudará a que la víctima se sienta mejor.

    • Detecta indicios y síntomas generales como inflamación, enrojecimiento y dolor en el lugar de la mordedura, dificultad para respirar, vómitos y náuseas, visión borrosa, sudoración, salivación, entumecimiento del rostro y las extremidades y disminución del nivel de conciencia. Cada veneno de serpiente presenta efectos secundarios diferentes, por lo que también podrías observar convulsiones, presión arterial baja y parálisis.
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