Cómo lidiar con padres malos a largo plazo

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Comprender la situación

Evitar el enfrentamiento

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Referencias

El conflicto con los padres puede ser normal. Sin embargo, no es normal que te insulten, te menosprecien, te regañen por errores pequeños o te hagan sentir temor o inseguridad en tu propia casa. Es difícil lidiar con el hecho de que tus padres quieran derribarte. Con fuerza e ingenio, podrás sobrevivir a esta situación difícil.

Este artículo está dirigido a personas cuyos padres sean malos o verbalmente abusivos y que no quieren involucrar al Servicio de Protección Infantil o no creen que esté garantizado. Si sientes que tu seguridad física podría estar en riesgo, llama al servicio de emergencias.

Pasos

Método 1

Método 1 de 5:

Comprender la situación

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   Comprende que la maldad no tiene nada que ver contigo y mucho que ver con ellos. Sin importar lo "difícil" que haya sido criarte, tus padres han tomado la decisión de tratarte de esta forma. No lo hacen porque seas imperfecto, sino porque han decidido que está bien tratarte mal.

   • Un buen padre no hace que su hijo se sienta mal por sus errores, a menos que el hijo esté totalmente fuera de lugar (por ejemplo, si hiere a alguien), sino que le enseña, le alienta y le guía.
   • Un padre cruel será malo sin importar lo que hagas.
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   Ten en cuenta que un comportamiento cruel es una señal de inmadurez emocional. Un padre malo puede con frecuencia comportase como si fuera el hijo, haciendo rabietas y usando la manipulación para salirse con la suya.

   • No tienes que aguantar las rabietas de los adultos.
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   Reconoce que posiblemente nunca ganes la aprobación de tus padres. Su crítica es parte de su personalidad, lo que significa que ninguna cantidad de excelencia por tu parte lo cambiará. No comenzarán a aprobarte por arte de magia. Probablemente nunca obtengas su aprobación, sin importar cuánto la merezcas.

   • Por más que ganes un concurso, tengas el cuerpo "perfecto" o te conviertas en presidente, encontrarán algo nuevo para criticar. Cambiarte no hará que cambien su comportamiento.
   • El hecho de que ganar su aprobación sea imposible no significa que haya algo malo en ti, sino que hay algo malo en ellos. Tú estás bien.
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   Ten en cuenta que no puedes arreglar a tus padres, ni debes hacerlo. No puedes convertir a tus padres en buenas personas, por mucho que desees poder hacerlo. Por más que un día aprendan a ser amables, quizás les tome años o décadas. Todo lo que puedes hacer es cuidarte.

   • Por más que puedas "arreglarlos" de algún modo, no es tu trabajo. Tú eres el hijo. Ellos son los padres
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   Mantén tus expectativas bajas. No esperes que tus padres se vuelvan más amables, conscientes de sí mismos o menos críticos. Es muy probable que nunca cambien. Probablemente nunca te sientas cómodo al estar con ellos.

   • En ocasiones, los padres pueden volverse un poco más amables después de que sus hijos se van de la casa, dado que notan que sus hijos pueden decidir no verlos si se comportan mal. Esto podría o no ocurrir en tu familia.
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   Comprende la diferencia entre la mala crianza y el abuso emocional. Los padres abusivos podrían usar tácticas de manipulación con el objetivo de controlar a sus hijos. No intentan ayudarte ni considerarán que tu versión es válida.Si bien la mala crianza puede doler (por más que las intenciones de los padres sean buenas), el abuso emocional es atemorizante y puede dejar cicatrices profundas. Estas son algunas cosas que los abusadores pueden hacer:

   • Rechazar. Esto incluye insultos, insultos personales, sarcasmo hostil, "chistes" despreciativos, condescendencia, comentarios discriminatorios, hacerte sentir inferior.
   • Ignorar. Esto incluye la ley de hielo, negar afecto, negar tus necesidades.
   • Aterrorizar. Esto incluye amenazas, furia excesiva, ridiculización y humillación, culparte por cosas.
   • Aislar. Esto incluye mantenerte alejado de tus amigos a largo plazo, olvidar asistir a tus eventos (como fiestas o eventos escolares), castigos excesivos, intentar ponerte en contra de tus amigos o ponerlos en tu contra, decirte que nadie te creerá si pides ayuda.
   • Corromper. Esto incluye darte drogas o demasiado alcohol, enseñarte a engañar, promover la promiscuidad, enseñarte a abusar de otros.
   • Explotar. Esto incluye hacerte hacer tareas inapropiadas según tu edad y capacidad (como hacer a un niño de cuatro años responsable por lavar la ropa), forzarte a hacer cosas que no quieres, y expectativas poco razonables en cuanto a los quehaceres o las tareas.
   • Control. Esto incluye revisar tu teléfono, diario, correo electrónico o historial de navegación, hacer que te pongas en contacto constantemente cada vez que sales y quitar las cerraduras o puertas de las salas.
   • Socavar. Esto incluye prepararte para que fracases, menospreciar tus logros, publicar videos de ti siendo castigado en internet.
   • Hacer luz de gas o juegos mentales. Esto ocurre cuando te dicen que eres sensible, utilizan un chantajeo emocional, intentan hacerte sentir culpable (por ejemplo, "¡Te he alimentado y vestido!") por establecer límites razonables, te mienten sobre el pasado, te culpan de abuso, dicen que mientes o exageras.
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Método 2

Método 2 de 5:

Evitar el enfrentamiento

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   Evita discretamente a tus padres cuando estés en casa. Ve a tu habitación y cierra la puerta. Sal si tus padres están adentro. Busca lugares para estar donde no estén.

   • Nota cualquier circunstancia que reduzca el enfrentamiento. Por ejemplo, si tu madre es agradable cuando tu padre está cerca, pero es cruel cuando está a solas contigo, quédate cerca de tu padre.
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   Pasa más tiempo fuera de casa. Únete a actividades para hacer antes o después de clases. Pasa tiempo en las casas de tus amigos y quédate a dormir con ellos cuando puedas. Busca formas de pasar el tiempo con amigos, lejos de tu familia.

   • Si ya te has mudado, puedes poner límites de tiempo para las visitas y llamadas telefónicas. Por ejemplo, cuando tu madre llame, puedes decirle que solo tienes media hora para hablar antes de tu "cita". (Y termina la conversación y ten tu "cita" con una película o tu perro).
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   Nota los factores desencadenantes de la maldad y evítalos. Presta atención a las cosas que ocurren antes de que sean malos. Si suelen ser crueles cuando han bebido, márchate de casa si ves evidencias de que han bebido. Si suelen ser crueles cuando mencionas algo positivo de ti, no digas esas cosas cuando estén cerca.

   • Mantener un registro de los incidentes podría ayudarte a identificar patrones, por más que sea doloroso.
   • Recuerda que el hecho de que tu comportamiento desencadene la crueldad no significa que tu comportamiento esté mal. Por ejemplo, si dices "Estoy feliz porque obtuve un 98 % en mi último examen" y te critican, eso no significa que nunca debas hablar de tus logros, sino que tus padres son malos oyentes.
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   Mantén las conversaciones breves siempre que puedas. Procura que las cosas sean agradables y breves, en especial si tus padres parecen estar de mal humor. No les ofrezcas mucha información, dado que podrían usar cualquier cosa que digas como una oportunidad para criticarte.

   • Sé educado e independiente. Evita involucrarte sentimentalmente en la situación tanto como puedas.
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   Busca la forma de mudarte, si aún no lo has hecho. Ahorra dinero, haz las preparaciones y comienza a imaginar cómo será tu futuro. Piensa quién podría ayudarte una vez que comiences a vivir solo. No tendrás que quedarte atrapado con tus padres toda la vida.

   • Si eres menor de edad, un familiar (como una tía, un tío o un abuelo) podría estar dispuesto a que vivas en su casa porque "las cosas están tensas en casa" o "necesitas un cambio de ritmo".
   • Si te ayuda, planifica cómo será tu vida, como las mascotas, el lugar, la profesión, etc. Establece objetivos a lograr.
   • Una vez que seas adulto, no estarás obligado a hablar con tus padres en absoluto. Incluso puedes dejar de tener una relación con ellos si lo deseas. Tampoco tienes que perdonarlos si no quieres. Cualquier relación es opcional y bajo tus términos.
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Método 3

Método 3 de 5:

Lidiar con la maldad

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Cuando tus padres se vuelvan crueles, estas son algunas formas en que puedes manejar la situación.

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   Evita pelear. Cuando tus padres te digan algo cruel, no les respondas algo cruel. Esto puede empeorar la situación y animarlos a decirte cosas menos amables. Intenta calmarte y enfocarte en distender la situación, por más que sea difícil.

   • Se requiere mucha madurez para lidiar con las personas cuando son crueles contigo sin volverte cruel o un felpudo. Es mucho pedirle esto a un niño. No es justo ni correcto. Está bien estar molesto por tener que aprender habilidades de gestión de conflicto de adultos a una edad temprana.
   • Ignorar los insultos o las críticas, por más que te duela, puede ser una respuesta poderosa.
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   Practica técnicas para calmarte. Haz lo que te ayude a controlar tus sentimientos ante las dificultades. Los distintos mecanismos de afrontamiento funcionan diferente para cada persona, así que experimenta con algunos. Puedes probar lo siguiente:

   • Respira profundo.
   • Haz un ejercicio mental, como contar hasta siete o contar hacia atrás desde 100.
   • Visualiza algo agradable, como tu lugar seguro o animales tiernos.
   • Conéctate a tierra al enfocarte en tus sentidos (por ejemplo, el olor de la lluvia o la sensación de una pelota de estrés en la mano).
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   Recuerda que las opiniones de tus padres no definen la realidad. El hecho de que digan que eres egoísta, perezoso, gordo, etc. no significa que lo seas. Por más que te traten mal, recuerda que no lo mereces.

   • Intenta agregar mentalmente "tú crees" para cada cosa que digan. Por ejemplo, "Eres demasiado sensible" se convierte en "Tú crees que soy muy sensible". Esto puede ayudarte a mantener la sensación de realidad.
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   Habla con un tono de voz tranquilo, calmo y firme. Discutir probablemente haga que tus padres se vuelvan más obstinados, así que no discutas, por más que estén 100 % equivocados. En cambio, establece un límite o haz una observación. Estos son algunos tipos de cosas que puedes decir cuando tus padres sean crueles:

   • "Eso ha herido mucho mis sentimientos".
   • "¡Guau!".
   • "Suenas estresado".
   • "Está bien".
   • "Por favor, deja de criticarme".
   • "Tienes derecho a tener tu opinión".
   • "Eso es interesante".
   • "Gracias, lo pensaré".
   • "Gracias por compartirlo".
   • "Lamento que te sientas así".
   • "Lo pensaré y luego te contestaré. Adiós".
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   Actúa de forma increíblemente calma y razonable. En ocasiones, el comportamiento razonable puede sorprender a una persona irracional para que se comporte. Estos son algunos ejemplos de cosas que puedes decir.

   • "Parece que estás molesto por ____. ¿Cómo quieres que maneje ____ en el futuro?".
   • "Lamento que estés molesto. ¿Cuál es el mejor escenario posible que desearías en el futuro?".
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   Establece un límite y cambia de tema. Esta técnica de desviación no siempre funcionará, pero vale la pena intentarlo. También es una forma muy madura y razonable de lidiar con una persona irracional. Identifica un tema que suela ser seguro y evalúa si tu padre comienza a hablar de ese tema. Puedes decir algo así como:

   • "No me insultes, por favor. En fin, parece que llueve. ¿Quieres que vaya a limpiar el patio?".
   • "Preferiría que dejes de hacer comentarios sobre mi peso. Es malo para mi confianza y salud. Como sea, has visto a tu hermana ayer, ¿verdad? ¿Cómo está?".
   • "No estoy pidiendo consejos. Por cierto, uno de mis amigos está considerando la posibilidad de probarse para un equipo de fútbol. Has sido defensor en la escuela secundaria, ¿verdad?".
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   Usa el acceso a ti como pieza de intercambio. Si tus padres quieren pasar más tiempo contigo, deben ser amables, o te marcharás. Si parte de ellos te ama, generalmente comenzarán a comportarse un poco mejor para que no los dejes a un lado.

   • Prueba con una regla simple: la primera vez que digan algo cruel, cambiarás de tema. La segunda vez, te marcharás.
   • Puedes explicarles esto de forma explícita (por ejemplo, "Me siento muy mal cuando hacen comentarios sobre mi peso y, si no dejan de hacerlo, me marcharé" o "Si me critican, colgaré") o permitir que tus padres noten el patrón de que te marchas cuando son crueles.
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   Márchate cuando puedas. Pide permiso para ir al baño, vete a tu habitación o encuentra otro lugar donde puedas ir. También puedes irte de forma temporal, como al ir a comprar algo para beber o comer para ti o tus padres, y tomarte un minuto para respirar.

   • Si tus padres te siguen, camina a otro lugar más público, como en la calle. Quizás sean menos propensos a hacer una escena si hay personas que podrían mirar.
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   Lidia con tus sentimientos posteriores. Por más que salga relativamente bien, es posible que sientas temor, inestabilidad, ira o confusión. Esto es normal. Reconoce tus sentimientos y haz algo que te ayude a lidiar con la situación.

   • No te vengues. Por lo general, esto solo empeora las cosas.
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    Reflexiona sobre cómo has manejado la situación después. Reflexionar puede ayudarte a prepararte para la próxima vez. Piensa cómo la has manejando y qué podría ayudarte a hacerlo en el futuro.

    • ¿Mi estrategia ha funcionado?
    • ¿Qué podría hacer la próxima vez?
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Método 4

Método 4 de 5:

Lidiar con la situación

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   Date tiempo y espacio para sentir tus emociones. En ocasiones, quizás estés enojado con tus padres por tratarte de esta forma. Otros días, quizás lamentes la infancia feliz que nunca has tenido. Es normal tener distintos sentimientos en momentos diferentes. Date permiso para experimentarlos.

   • Si estás estresado, detente y pregúntate cómo te sientes. Tómate un momento para etiquetar tus emociones.
   • Los niños de padres malos podrían sentir enojo, soledad, miedo, nervios, culpa, dolor, falta de comprensión y todo tipo de cosas. Todo esto es normal.
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   Reconoce que está bien tener miedo por intentar técnicas de asertividad con tus padres. Establecer límites, mencionar tus sentimientos o hacer cualquier cosa para reconocer que eres un ser humano puede ser atemorizante cuando tus padres son crueles. Esto es difícil, y es normal sentirse estresado.

   • Muchas de estas técnicas son muy difíciles cuando estás en "modo pánico". No es necesario que te conviertas en experto de la noche a la mañana.
   • Si no recuerdas qué hacer en una crisis, simplemente di "Necesito un poco de aire" y márchate.
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   Haz cosas que te ayuden a sentirte mejor. Las distintas personas necesitan diferentes mecanismos de afrontamiento. Una persona podría despejarse mirando televisión con palomitas de maíz, mientras que otra podría sentir que el baloncesto le ayuda a despejar la mente. Las distintas técnicas de control del estrés funcionan para las distintas personas. Estas son algunas ideas que puedes probar:

   • Exprésate. Escribe en un diario (protegido con contraseña o cerradura), canta o toca música, haz arte.
   • Sé productivo. Trabaja en un pasatiempo, limpia, cocina, organiza o ayuda a alguien.
   • Consiéntete. Toma un baño, hazte un tratamiento facial, hazte las uñas, acurrúcate debajo de las mantas y mira televisión.
   • Ejercita. Sal a caminar o trotar, salta la cuerda, juega a la pelota, haz yoga, haz ejercicios de una aplicación de acondicionamiento físico.
   • Relájate. Mira televisión, medita, juega un juego, come una porción razonable de una comida reconfortante.
   • Relaciónate. Llama a un amigo, desahógate en línea, juega con un niño o una mascota, ayuda a alguien con sus problemas.
   • Encuentra el tipo que mejor funcione para ti o se adecúe a tu estado de ánimo actual.
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   Cuida tu cuerpo. Los hábitos saludables mejoran tu estado de ánimo y resiliencia, facilitando el enfrentamiento de los desafíos del día. Si tus padres suelen ser negligentes, quizás no hayas aprendido a cuidarte. Estos son algunos consejos que puedes seguir para estar lo mejor posible:

   • Comidas. Come cuando tengas hambre y detente cuando estés satisfecho. Llena 1/3 del plato con frutas y vegetales. Limita los azúcares simples. Come refrigerios saludables si tienes hambre entre las comidas. Evita las dietas de moda o las dietas que eliminan por completo cierto grupo de alimentos. No son sostenibles y pueden perjudicar tu metabolismo.
   • Descanso. Duerme entre 8 y 10 horas por noche, en caso de ser posible. Intenta seguir un cronograma y establece un horario consistente para despertarte y acostarte. Apaga las pantallas o al menos usa un filtro de luces azules en tus dispositivos antes de acostarte. Si te resulta difícil despertarte por la mañana, probablemente no estés durmiendo lo suficiente.
   • Ejercicio. Busca una forma de ejercicio que te guste (desde practicar un deporte hasta caminar o levantar pesas en tu habitación). Ejercita durante al menos 30 minutos tres veces por semana o más. Si te duele, detente y tómate un descanso.
   • Cuidado de la piel. Aplícate protector solar todos los días, o al menos cuando planees estar afuera por mucho tiempo. Usa un sombrero de ala ancha para protegerte del sol. La protección del sol ayudará a que tu piel luzca mejor, en especial a medida que envejezcas.
   • Higiene. Dúchate todos los días. Lávate el cabello y el cuerpo. Usa un jabón facial para el rostro para no obstruir los poros. Aplícate desodorante todos los días. Cepíllate bien los dientes cada día y luego usa hilo dental.
   • Recreación. Reserva al menos 30 minutos cada día para hacer algo únicamente divertido. Piensa qué es lo que más disfrutas (como dibujar o mirar videos de gatos) y adopta el hábito de hacerlo. Si no puedes hacer algo divertido un día, tómate un tiempo adicional el día siguiente.
   • Presta atención. Las señales de tu cuerpo son importantes. Si tienes hambre, eso es importante. Si algo te duele, eso es importante. Presta atención a qué te dice tu cuerpo que necesitas, y asegúrate de cumplir con esas necesidades.
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   Sé amable contigo mismo. El amor propio puede ser difícil cuando estás en un entorno que te desanima. Quizás ahora no puedas sentir amor por ti. Hasta entonces, toma decisiones amorosas por ti. Con tiempo y paciencia, podrás comenzar a amarte. Estas son algunas pequeñas formas de mostrarte amor propio:

   • Deja de postergar algo divertido que quieras hacer.
   • Escribe una lista de las cosas que te gusten de ti.
   • Trata bien a tu cuerpo; come bien, ejercita, descansa lo suficiente y evita lastimarte.
   • Busca una foto de alguien en internet que tenga un rasgo que tienes (como el cabello corto o la nariz grande). Escribe una publicación en un blog sobre cuán hermoso es.
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   Comienza a identificar cualquier creencia y comportamiento tóxico causado por la mala crianza. Los padres malos pueden arruinar tus pensamientos. Quizás te sientas indigno o impotente. Toma estos sentimientos negativos sobre ti y desafíalos. Comienza a trabajar para creer en cosas como las siguientes:

   • Tienes derecho a tener una opinión.
   • Tu vida es valiosa.
   • Tienes permiso para cometer errores.
   • Mereces sentirte seguro en tu casa.
   • Tienes permiso para ser feliz.
   • Tienes rasgos positivos que vale la pena celebrar.
   • Tienes permiso para ser diferente a los demás.
   • Tus habilidades son cosas buenas.
   • Mereces ser tratado con el respeto básico y consideración.
   • Eres una persona de bien.
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   Lee libros sobre personas muy críticas y abusivas. Estos libros pueden ayudarte a comprender mejor lo que atraviesas y cómo sanar. También podrían ayudarte a sentirte menos solo.

   • "¿Alguna vez seré suficiente?" de Karyl McBride.
   • "¿Por qué se comporta así?" de Lundy Bancroft.
   • "Padres que odian. Supere su doloroso legado y recupere su vida" de la Dra. Susan Forward.
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Método 5

Método 5 de 5:

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   Participa en tu comunidad. El aislamiento puede ser una trampa peligrosa. Busca formas de participar en eventos comunitarios y pasa tiempo con otras personas. Es importante que encuentres una sensación de pertenencia con otras personas, en especial dado que no podrás hacerlo en casa.

   • Practica deportes.
   • Toma clases comunitarias de arte, cocina, etc.
   • Únete a clubes de libros, grupos de tejido, etc.
   • Visita refugios para personas sin hogar u hogares de ancianos.
   • Ofrécete como voluntario para una causa en la que creas.
   • Trabaja en el activismo para algo importante.
   • Participa en actividades religiosas.
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   Pasa tiempo con personas positivas. Busca amigos, ya sean de tu edad o no, que te ayuden a sentirte bien contigo mismo. Tener una red de apoyo puede ayudarte a lidiar con la situación y a sentirte bien contigo mismo.
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   Habla con un buen oyente. Es bueno tener un orientador que valide tus sentimientos mientras te desahogas o que te ayude a pensar formas de manejar este problema.
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   Busca comunidades en línea en que personas ayuden a personas en situaciones similares. Lamentablemente, el mundo está lleno de personas cuyos padres las destrozan. Sin embargo, esto también significa que no estás solo, y puedes encontrar personas en línea. Busca lo siguiente:

   • foros para personas con padres crueles
   • comunidades de recuperación de la salud mental (si tu vida en casa te ha causado problemas de salud mental)
   • páginas web de consejos
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   Busca algunos mentores. Los padres generalmente están para ayudar a sus hijos a lidiar con las dificultades de crecer, pero esto no ocurre con los tuyos, por lo que tendrás que encontrar "padres" nuevos. Estos adultos pueden enseñarte cosas y ayudarte a lidiar con problemas con los que necesites asesoramiento. Busca posibles mentores en las siguientes personas:

   • profesores favoritos
   • entrenadores
   • padres de amigos
   • supervisores del clero
   • miembros del clero
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   Habla con un terapeuta, en caso de ser posible. Los padres crueles pueden causar un gran daño emocional. Un terapeuta podría tener experiencia en esta área y podría ayudarte a lidiar con tu situación difícil.
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Consejos

• Si crees que tus padres podrían averiguar que has leído este artículo, aprende a eliminar el historial de navegación.
• Si quieres tener hijos algún día, es importante que aprendas a ser un buen padre para no continuar el ciclo. La buena noticia es que, con educación y determinación, muchos sobrevivientes del abuso emocional pueden ser grandes padres.
• No es necesario que finjas que tus padres son buenos padres. No finjas que te sientes seguro o feliz al estar con ellos si no es así.

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Advertencias

• Las personas con padres crueles tienen un riesgo de desarrollar problemas de salud mental como trastorno por estrés postraumático complejo. Reconocer las señales y obtener un tratamiento puede ayudarte a lidiar con lo que podría ocurrir.

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