Cómo lidiar con hijastros tóxicos: qué significa realmente “tóxico” y cómo ganarte su respeto

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Formas respaldadas por la psicología para abordar, corregir y lidiar con un hijastro tóxico

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En este artículo:

Definir "tóxico"

Señales de desagrado tóxico

Abordar el comportamiento tóxico

Crecer juntos

Si nada funciona

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Referencias

Estás casado con la pareja perfecta, pero te empiezas a dar cuenta de que tu nueva familia no es exactamente La tribu Brady en lo que respecta a llevarte bien con tus hijastros. La separación y los nuevos matrimonios son difíciles para los hijos, y es común que ataquen verbalmente o actúen con frialdad cuando entra en escena el nuevo cónyuge de uno de sus padres. Sin embargo, no es necesario que sea así para siempre. Con paciencia y empatía, puedes forjar vínculos con tus nuevos hijastros y, a la larga, ponerle fin a su comportamiento tóxico. Este artículo te guiará en cuanto a las mejores formas de ganarte el respeto de tus hijastros y comprender su punto de vista. Respira hondo y mantén el optimismo, ya que es posible que estés más cerca de lo que crees de una relación pacífica.

Cosas que debes saber

• Sé el adulto en la relación y mantén la paciencia a medida que los hijos se adaptan a una nueva dinámica familiar. Dales espacio para procesar los cambios en sus vidas.
• Forja vínculos con tus hijastros mediante actividades que les gusten a los dos. No fuerces una relación. Tan solo debes estar allí y ser tu yo auténtico con ellos.
• Haz que tu cónyuge esté de acuerdo con la crianza y la disciplina. Presenten un frente unido con todos los hijos biológicos e hijastros para fomentar la igualdad y el respeto.

Pasos

Método 1

Método 1 de 5:

Definir "tóxico"

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   En general, los comportamientos tóxicos tienen un impacto negativo en los demás de manera constante. Alteran tu vida crónicamente, a diferencia de los argumentos o conflictos por única vez que tan solo forman parte de tu vida. "Tóxico" no es un término psicológico. En su mayoría, es un término casual que la gente usa para describir el comportamiento de los demás hacia ellos y la forma como los hace sentir.

   • Los comportamientos tóxicos son demandantes, difíciles y desafiantes. Con el tiempo, socavan una relación entre dos personas.
   • Estos comportamientos suelen ser una forma de mal comportamiento o proyección de sentimientos de infelicidad (por ejemplo, el miedo o el desagrado hacia el cambio).
   • Aunque el comportamiento tóxico tenga un motivo genuino, no es excusa para el dolor que la persona ocasiona. Sus sentimientos deben manejarse constructivamente.
   • No todos consideran que "tóxico" es un término bueno. Puede confundirse con un insulto o desestimar la capacidad de una persona para cambiar.
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Método 2

Método 2 de 5:

Señales de desagrado tóxico

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   Las señales de desagrado van desde el acoso verbal hasta las pistas conductuales sutiles. Muchos hijos en familias combinadas o familias políticas muestran señales similares de desaprobación hacia un nuevo padrastro. Las señales parecen evidentes para el padrastro o madrastra a quien están dirigidas pero quizás los demás miembros de la familia no las perciban. Estas son algunas de las señales más comunes de una relación posiblemente tóxica con un hijastro:

   • Te evitan o alienan y se niegan a pasar tiempo contigo.
   • Te sientes como un extraño cuando estás en presencia de tus hijastros.
   • Los hijastros están enojados en tu presencia y se niegan a obedecerte.
   • En general son groseros, irrespetuosos y descorteses.
   • Te dicen que te odian o que quieren que te vayas.
   • Muestran comportamientos agresivos o de bullying (sobre todo los adolescentes o adultos).
   • Mienten o hacen cosas para sabotear tu matrimonio de manera intencionada.
   • Les mienten a sus padres biológicos para hacerte quedar mal.

Método 3

Método 3 de 5:

Abordar el comportamiento tóxico

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   Toma el buen camino y sé el adulto en la situación. Reconoce tus sentimientos para ti mismo y practica el cuidado personal sin atacar verbalmente ni reaccionar de forma negativa al comportamiento de tus hijastros. Ten paciencia con ellos y comprende que son hijos navegando circunstancias difíciles. Las cosas no cambiarán de un día para otro.

   • Resiste el ansia de competir por la atención de tu nuevo cónyuge. Los hijos tienen una relación con él distinta de la tuya.
   • Sé tu yo genuino en todo momento. Los hijos deben ver quién eres en realidad para desarrollar más cercanía contigo.
   • Sé amable contigo mismo. No olvides que importas en esta nueva familia y mereces que se te trate con respeto.
   • Comunícate únicamente cuando estés tranquilo en lugar de lleno de ansiedad o ira. De lo contrario, podrías terminar por crear más conflicto.
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   Trabaja con tu cónyuge para ser coherente en cuanto a las expectativas y la disciplina. Habla con tu cónyuge acerca de presentar un frente unido con tanto los hijos biológicos como los hijastros y no dejes que ellos "lleven la batuta" debido a sentirte culpable por entrometerte. Sé honesto en cuanto a las diferencias que observes. Tu cónyuge no debe defender el mal comportamiento ni dejarlo pasar de forma que parezcas el "policía malo".

   • Establece una regla de la casa en cuanto a respetar a todos los miembros de la familia en todo momento. Tanto tú como tu cónyuge deben llamar la atención a cualquier comportamiento irrespetuoso.
   • No hagas excepciones a las reglas de la casa sin el conocimiento y acuerdo de tu cónyuge. De lo contrario, corres el riesgo de dar la impresión de ser fácil o inconstante.
   • Comunícate con el otro padre de los hijos e intenta desarrollar una relación positiva. Mejorará tu compenetración con los hijos y facilitará más imponer respeto.
   • Sé muy claro al comunicar límites en cuanto a los comportamientos que estén y no estén bien. Permanece cortés pero firme en tu forma de hablar.
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   Adapta tu enfoque según las edades y rasgos de tus hijastros. Deja que tu hijastro marque el ejemplo de la formación de vínculos. Algunos podrían abrirse con rapidez, en tanto que a otros les tomará meses o más desarrollarte cariño. Muéstrales paciencia e interés de manera constante y es probable que a la larga se abran contigo.

   • Enfócate en las necesidades diarias de los hijos menores de 10 años (comidas, horario de juegos o ayuda con la escuela). Se adaptarán al cambio con bastante rapidez.
   • A los hijos de entre 10 y 14 años les cuesta más. Ofréceles mucho tiempo para forjar vínculos y muestra interés en su vida de forma que te acepten como una figura de autoridad.
   • Ofréceles tu apoyo y cariño a los adolescentes aunque no sean correspondidos. Están menos involucrados en la vida de la familia política y están ocupados forjando su propia identidad.
   • Sé cortés con los hijastros adultos y acepta que son responsables por sus propios sentimientos y acciones. Esfuérzate mayormente por fortalecer tu matrimonio.
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   Empatiza con la situación de tus hijastros. Siempre debes ser respetuoso y demostrar que eres un buen oyente. Comprende que los hijos necesitan certeza de que están a salvo, de que se preocupan por ellos y de que son queridos y valorados en tanto hacen la transición a una vida familiar nueva (incluso los hijos adultos). Ten la mayor paciencia con los hijos mayores y adolescentes. Su forma de vida de toda la vida ha cambiado de repente.

   • Prepárate para hacer concesiones en tanto todos se acostumbran a vivir juntos. Te ganarás su respeto siempre y cuando seas coherente con las expectativas.
   • No olvides que tus hijastros están heridos o confundidos. Están tratando de adaptarse sin la perspectiva del "panorama general" de las relaciones adultas.
   • Los padrastros son un blanco natural para sus sentimientos, pero su dolor no es excusa para su comportamiento.
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   Trata a los hijos biológicos e hijastros de forma equitativa en cuanto a la disciplina. Es natural sentir una conexión más fuerte con tus hijos biológicos si los tienes, pero no tengas favoritos. En lo que respecta a las reglas y expectativas, disciplina a todos los hijos por igual. Si un hijastro te acusa de ser indulgente con los demás o tener favoritos, escúchalo con respeto y asegúrale que serás justo de ahí en adelante.

   • Si un hijastro percibe favoritismo, empatiza con sus sentimientos y pasa los días siguientes reconociendo momentos en los que hayas hecho algo bueno por él.
   • Cuando a algunos hijos se los trata de forma distinta, esto puede ocasionar rivalidad entre hermanos o una sensación de que no importan tanto como otros hijos en la familia.
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   Dales espacio a tus hijastros para adaptarse a la nueva dinámica familiar. Si tus intentos de forjar vínculos al principio no tienen éxito, toma un poco de distancia y deja que el hijastro se te acerque a su tiempo, sobre todo si es adulto. Cíñete a las cosas pequeñas que demuestren que te interesa (por ejemplo, comprarle su delicia favorita un día o escuchar sus problemas). Demuestra que te importa lo suficiente como para aprender sobre sus necesidades y, a la larga, cambiará de opinión.

   • No olvides que el tipo de amor y cariño que te sientas cómodo con mostrar podría diferir de lo que el hijastro quiere o necesita.
   • Respeta la privacidad de los hijastros adolescentes. Pregunta antes de darles consejos y demuéstrales que estás allí para ellos aunque digan cosas groseras o irritantes.
   • Estimula a tu cónyuge a pasar tiempo individual con sus hijos de forma que no sientan que deben competir contigo por el tiempo de su padre.
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   Discúlpate y sé honesto al cometer errores. Sé auténtico y honesto con tus hijastros en todo momento, sobre todo cuando hayas dicho o hecho algo que desearías no haber hecho o dicho. No expliques ni justifiques tu error sino, en cambio, reconócelo y pide perdón. Reconoce tus defectos. Los hijos suelen poder percibir cuando alguien es genuino o no.

   • Continúa tu disculpa con acción. Por ejemplo, si te atraparon permitiendo que un hijo tuviera más tiempo de pantalla, haz que todos terminen al mismo tiempo al día siguiente.
   • Una disculpa sentida y algo de vulnerabilidad ayudan mucho con los adolescentes y adultos, quienes podrían tener una mayor capacidad para empatizar con tu situación.
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   Reconoce que no eres un reemplazo para su padre biológico. Haz que te llamen por tu primer nombre o un apodo en lugar de "mamá" o "papá" a menos que opten por hacerlo. No hables mal de su padre biológico (ni de otros hermanos y miembros de la familia) aunque no te lleves bien con esa persona. La mayor parte del tiempo, esto dificulta más ganarte el respeto de tus hijastros.

   • Piensa en tu papel de padrastro como una oportunidad especial para enriquecer tanto tu vida como la de tus hijastros. No es necesario que ocupes el lugar de un padre biológico.
   • No les hagas preguntas a tus hijastros como las siguientes: "¿Por qué no te agrado?" o "¿Alguna vez me respetarás?". Hace que parezcas menos poderoso en la relación.
   • Evita las preguntas defensivas o inquisitivas como las siguientes: "¿Por qué no te comportas así en la casa de tu otro padre?" o "¿Por qué siempre estás molesto cuando estoy aquí?".
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Método 4

Método 4 de 5:

Crecer juntos

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   Pasen tiempo juntos para aprender acerca de las vidas y preferencias de tus hijastros. Hagan cosas que les gusten a los dos para empezar a forjar un vínculo. Puede ser ver un programa de televisión favorito juntos o asistir a un concierto. Pregúntale si hay algo que le gustaría hacer de forma que no sienta que lo "obligas" a pasar tiempo contigo (sobre todo a expensas de pasar tiempo con su padre biológico).

   • Intenta pasar tiempo a solas con cada hijastro para conocerlo mejor como persona.
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   Utiliza la empatía y la validación para restablecer el respeto cuando se rompan las reglas. Si tu hijastro dice algo grosero o hiriente cuando mencionas la infracción a las reglas, dile que lo escuchas y entiendes su perspectiva. Luego, reenfoca la conversación en su comportamiento. Dile con calma cuál regla infringió y cuáles serán las consecuencias.

   • Dile que tanto tú como su padre biológico están en la misma sintonía en cuanto a las reglas. Haz que tu cónyuge te respalde y explique las mismas consecuencias.
   • Asegúrate de que tus hijastros tengan consciencia de las expectativas en todo momento. Es más difícil criticarte por disciplinarlos si estaban muy conscientes de que rompían una regla.
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   Celebra sus logros y apóyalos en los momentos difíciles. Debes estar presente en sus fiestas de cumpleaños, graduaciones, partidos deportivos o presentaciones de exhibiciones de talentos. No es necesario que los llenes de elogios. Basta con simplemente hacer que vean que estás allí para ellos. Asimismo, busca formas pequeñas de apoyarlos de forma constante (por ejemplo, ofrecer ayuda con las tareas).

   • Diles "Siempre puedes hablar conmigo" o "No dudes en hacerme cualquier pregunta que tengas". Algunos hijos son tímidos en cuanto a abrirse.
   • Depende de tu hijastro determinar cuánto de tu apoyo necesita o quiere. Pase lo que pase, permanece amistoso y allí para darle ánimo.
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   Haz que las cosas permanezcan divertidas y positivas en su presencia. Demuéstrales que es divertido pasar tiempo contigo haciendo cosas como jugar juegos, hornear, ver programas de televisión en maratón o practicar actividades al aire libre. Deja que también inviten a sus amigos para demostrar lo adaptable, abierto y amistoso que eres. Mantén un sentido del humor, sobre todo con los adolescentes en la casa. Las sonrisas son refrescantes y crean una atmósfera positiva.

   • Creen nuevas tradiciones divertidas como familia política (por ejemplo, celebrar el Día de la Familia Política). De este modo, no incomodas en tradiciones antiguas y pueden crear nuevos recuerdos.
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Método 5

Método 5 de 5:

Si nada funciona

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   Habla con tu cónyuge sobre tus sentimientos. Comunica si tienes dificultades con un hijastro al que no le agrades y pídele apoyo a tu cónyuge a medida que navegas tu nueva relación con los hijos. Dile que te ayude a establecer límites. Tu cónyuge puede decirles a sus hijos que tienen derecho a sus opiniones pero deben tratarte con respeto (como lo harían con cualquier otro adulto).

   • Estimúlalo a no "obligar" a los hijos a que les agrades, ya que esto podría resultar contraproducente y hacer que se vuelvan más rígidos.
   • No olvides que tu experiencia con los hijos no es un reflejo de la calidad de su matrimonio. Apóyate en tu cónyuge para conseguir su apoyo y comprensión de manera regular.
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   Establece una tregua con tus hijastros si no pueden llevarse bien. Practica con tus hijastros una actividad que les guste y diles que establecerán una tregua. Di que te disculpas por lo que hayas hecho o dicho que les haya molestado y pídeles que te perdonen de ahí en adelante, ya que lo más probable es que cometas más errores. Tómate un momento para perdonarlos también por su comportamiento y promete empezar de nuevo con una página en blanco.

   • Acuerden ser corteses el uno con el otro sin interferir mucho en los asuntos del otro.
   • Infórmale a tu cónyuge acerca de la tregua con tiempo y luego diles a sus hijos que su padre se encargará mayormente de la disciplina de ahí en adelante.
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   Toma distancia de tus hijastros y enfócate en tu matrimonio. Sigue con tu vida sin hacer ningún ajuste prominente para adaptarte a los hijos, pero transmíteles que siempre estarás allí si algún día te necesitan. Fortalece tu matrimonio con tiempo a solas como pareja y sé un modelo de amor, respeto y comunicación abierta. Será beneficioso tanto para ti como para tus hijastros.

   • Separa un tiempo de calidad para ti y para tu cónyuge. La etapa temprana de su matrimonio suele consumirse determinando la mejor forma de cuidar de sus hijastros.
   • Un poco de distancia puede ser particularmente eficaz con los hijastros adolescentes o adultos.
   • No olvides que tú también aportas cualidades positivas a la familia aunque a tus hijastros les cueste verlo.
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   Considera la terapia familiar o acudir a un consejero. Si tu nueva familia no puede resolver sus conflictos por su cuenta, podrían acudir a un terapeuta juntos para obtener perspectivas y soluciones competentes y objetivas. Habla con tu cónyuge sobre a quién acudir (los terapeutas, consejeros, coaches o consejeros religiosos son posibles recursos). Estas son señales de que es momento de acudir a un terapeuta:

   • Un hijastro dirige su ira de manera abierta hacia un padrastro o tiene resentimientos hacia él.
   • Un padrastro o padre favorece de manera abierta a un hijo por encima de otro.
   • Los miembros de la familia no pueden disfrutar de cosas normalmente desenfadadas (por ejemplo, la escuela, el trabajo, los juegos o el tiempo recreativo con los amigos y la familia).
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   Abandona el matrimonio o corta el contracto con tus hijastros como último recurso. Si absolutamente nada funciona y tus hijastros te hacen sentir muy mal, considera la "opción nuclear". Considera la posibilidad de irte si no puedes ver otra manera de seguir adelante hacia una coexistencia pacífica. Es una decisión difícil de tomar, así que estos son algunos de los mayores indicios de que podría ser la opción correcta:

   • Tus hijastros les hacen bullying o acosan de manera repetida e intencionada a tus hijos biológicos (si los tienes).
   • Tus hijastros mienten sobre ti para debilitar tu matrimonio o manipular la impresión que des a otros fuera de tu familia inmediata.
   • Tus hijastros te hacen sentir culpable o te manipulan de manera constante para que les des lo que quieren.
   • Tus hijastros no te escuchan para nada ni respetan tu autoridad ni tus límites.
   • Tus hijastros te hacen sentir inseguro (sobre todo los adolescentes mayores o los hijastros adultos).
   • Tu cónyuge está constantemente en desacuerdo contigo sobre la forma de manejar a los hijos o no apoya tus intentos de ganarte su respeto.
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Consejos

• Recurre a tu sistema de apoyo fuera del matrimonio (por ejemplo, tus amigos de confianza y parientes) para que te respalden en tanto desarrollas una relación con tus hijastros.
• Enfócate en las cosas que puedes controlar dentro de tu relación con un hijastro tóxico. En su mayoría, esto será tu propio comportamiento y reacciones.
• No olvides que puedes reparar tu relación con tus hijastros. Mantén el optimismo y enfoca tu energía en la comunicación, el respeto, el amor y la paciencia.
• Es natural que los hijos prefieran a sus padres biológicos, y muchos de todos modos desearán que sus padres estén juntos. Es probable que los hijos sean fieles a su padre biológico y sientan vergüenza o traición al mostrarte cariño.
• A menudo, es más difícil que las madrastras establezcan una conexión con los hijastros que los padrastros debido a que las madres biológicas suelen tener una participación prominente en cuanto a sus hijos.
• Deja ir tus nociones de cómo debe verse la familia y ten paciencia contigo mismo, los hijos y tu cónyuge. No te obligues a ti mismo (ni a los hijos) a comportarse de una forma que vaya en contra de tu yo auténtico.
• En ocasiones, una familia combinada o política simplemente no se comportará como la familia nuclear perfecta, y eso está bien.

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