Cómo hacer una mascarilla facial

Las mascarillas faciales pueden hacer que tu rostro pase de seco y opaco a suave y brillante. Además, puedes hacer tu propia mascarilla usando ingredientes caseros básicos. Aprende cómo hacer cuatro tipos distintos de mascarillas: mascarilla reductora de poros, mascarilla hidratante, mascarilla calmante para el acné y mascarilla tonificante rápida.

Método 1

Método 1 de 4:

Hacer una mascarilla reductora de poros

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Reúne los ingredientes. Esta mascarilla actúa para reducir la apariencia de los poros usando arcilla, la cual retira de la piel las células muertas y otros desechos que obstruyen los poros mientras se seca en tu rostro. Compra los siguientes suministros en una tienda de alimentos saludables:
- Arcilla de bentonita (elimina las impurezas)
- Avena (deja tu piel suave como la de un bebé)
- Un aceite esencial de tu elección (como el de hierbabuena o de citronela) para obtener un aroma dulce adicional
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Mezcla los ingredientes. Coloca 1 cucharada de arcilla de bentonita, 1 cucharada de avena y 1 cucharada de agua en un bol pequeño. Usa una cuchara o un batidor de alambre para mezclar bien los ingredientes.
- Añade unas cuantas gotas de aceite esencial si quieres sentir los efectos de la aromaterapia mientras la mascarilla hace su trabajo.
- Usando la misma proporción de ingredientes, puedes hacer una tanda más grande y guardar la mascarilla sobrante en un frasco con tapa hermética para su uso posterior.
Frota ligeramente la mascarilla sobre la frente, la nariz, las mejillas y el mentón. Déjala reposar durante 15 a 20 minutos, hasta que esté del todo seca.
Salpica agua tibia o fría sobre tu rostro para quitar la arcilla. Seca tu rostro con una toalla suave y aplica un hidratante para terminar.
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Método 2

Método 2 de 4:

Hacer una mascarilla hidratante

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Reúne los ingredientes. Puedes hacer una mascarilla hidratante con ingredientes que probablemente tengas en tu cocina. Revisa tus gabinetes o ve al supermercado para conseguir los siguientes suministros:
- Miel (tiene propiedades naturales antibacterianas e hidratantes)
- Aceite de oliva o aceite de almendras (dejan tu piel suave y flexible)
- Vinagre de manzana (un tonificante natural que también sirve para acondicionar el cabello)
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Mezcla los ingredientes. Coloca 1 cucharada de miel, 1 cucharada de aceite de oliva y 1 cucharada de vinagre de manzana en un bol. Usa una cuchara o un batidor de alambre para revolver la mezcla hasta que esté bien integrada.
- Guarda la mascarilla hidratante que te haya sobrado en un frasco con tapa hermética y mantenla en el refrigerador hasta que vuelvas a necesitar usarla.
- Agrega 1 cucharadita de yogur natural o avena para darle más suavidad a tu rostro.
Frota la mascarilla generosamente sobre tu rostro limpio. Asegúrate de aplicar bastante en las zonas más secas como la frente y el puente de la nariz. Deja secar la mascarilla durante 15 minutos.
Usa agua fría para retirar la mascarilla y tonificar tu piel. No es necesario hidratarte después, ya que tu piel estará suave y fresca.
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Método 3

Método 3 de 4:

Hacer una mascarilla calmante para el acné

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Reúne los ingredientes. El acné tiende a brotar durante los periodos estresantes de la vida. Esta mascarilla facial alivia la piel inflamada e incluye un aceite esencial para calmar tu mente. Compra los siguientes ingredientes en el supermercado:
- Jugo de limón, el cual tiene propiedades astringentes y tonifica el rostro. Compra 1 limón fresco y escurre su jugo, ya que el jugo que viene exprimido podría tener preservantes que dañan tu piel facial sensible.
- Miel (suaviza la piel y alivia la inflamación)
- 1 clara de huevo (da brillo y tonifica la piel)
- Aceite esencial de lavanda o romero
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Mezcla los ingredientes. Coloca 1 cucharada de jugo de limón, 1 cucharada de miel, 1 clara de huevo y unas cuantas gotas de aceite esencial en un bol. Usa una cuchara o un batidor de alambre para mezclar hasta que los ingredientes estén bien incorporados.
- Esta mascarilla se hace con ingredientes perecibles, así que debes guardar la mascarilla sobrante en el refrigerador en un frasco con tapa.
- Solo necesitas un par de gotas de aceite esencial; recuerda que un poco puede hacer mucho.
Coloca una cantidad generosa de la mezcla sobre tu rostro, aplicándola suavemente a las zonas donde tienes acné. No la frotes en tu rostro, ya que corres el riesgo de inflamar aún más tu piel. Deja reposar la mascarilla sobre tu rostro durante 15 minutos.
Usa agua tibia o fría para quitar la mascarilla, luego seca tu rostro con una toalla suave. Aplica un hidratante libre de aceite para terminar.
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Método 4

Método 4 de 4:

Hacer una mascarilla tonificante rápida

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Rompe 1 huevo en dos mitades sobre un bol. Pasa la yema de un lado a otro de la cáscara hasta que la clara se haya acumulado en el bol. Aplica la clara de huevo a tu rostro y déjala reposar durante 5 minutos antes de enjuagarte con agua tibia.
Para hacer un tonificante que a la vez suavice tu piel, salpica 1 o 2 cucharaditas de vinagre de manzana sobre tu rostro y déjalo reposar durante 5 minutos. Retíralo con agua tibia. Asegúrate de no dejar ningún residuo de vinagre o de lo contrario, olerás a vinagre el resto del día.
Mezcla 1 cucharada de avena con 1 cucharada de agua tibia y aplícala a tu rostro. Deja secar la mezcla durante 5 minutos, luego quítala con agua tibia.
Esta sustancia de olor dulce limpia e hidrata la piel. Frótalo sobre tu rostro y déjalo reposar durante 5 minutos antes de enjuagarte con agua tibia.

CONSEJO DE ESPECIALISTA
Joanna Kula
Esteticista licenciada
Joanna Kula es la esteticista principal en Rescue Spa en Filadelfia. Con más de 8 años de experiencia en el cuidado de la piel, se especializa en tratamientos faciales transformadores.
Joanna Kula
Esteticista licenciada
Prueba una mascarilla con carbón para tener una piel más limpia. El carbón es cada vez más popular por su capacidad de purificar y desintoxicar la piel. El carbón ya se usa en la industria médica por el mismo motivo: este neutraliza las substancias tóxicas en el estómago.^{[1]XFuente de investigación}
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Consejos

Busca mascarillas faciales que quisieras probar y mézclalas. Los cuatro elementos que forman una mascarilla facial al estilo de un spa son: fruta, aceite, avena y huevo.
Si vas a pasar tu tiempo dejando secar la mascarilla, puedes aprovechar para tomar un baño tibio, escuchar música relajante, ponerte una bata de baño abrigada, ver una película romántica, cualquier cosa que te dé ganas de hacer.
Añade 1 gota de miel o una pizca de azúcar moreno para obtener un aroma dulce. (Ten cuidado porque puedes atraer moscas. No es una broma).
Después de quitarse la mascarilla facial, algunas personas tienden a secarse frotando su rostro con la toalla. En vez de ello, Seca tu rostro con toquecitos para evitar el enrojecimiento.
Si tienes pelo largo, debes recogerlo haciéndote una cola de caballo antes de aplicarte la mascarilla facial.
Aparte del huevo y la avena, también puedes usar frutas (fresa o plátano) o palta como ingredientes para una mascarilla facial. La palta es un hidratante natural que hará maravillas por tu piel.

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Advertencias

Enjuágate de inmediato si la mascarilla entra en contacto con tus ojos.
No comas la mascarilla. Esto podría parecer un poco tonto, pero ya que la mayoría de los ingredientes son alimentos, podrías verte tentado a hacerlo.
No uses los paquetes de avena de la marca Quaker (los del tipo más usado), puesto que contienen demasiados ingredientes adicionales.

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