Cómo eliminar el sarro

Descargar el PDF

Descargar el PDF

En este artículo:

Cepillarte los dientes de inmediato

Usar otros métodos para quitar el sarro

Artículos relacionados

Referencias

¿Alguna vez has notado una acumulación pegajosa sobre tus dientes cuando es momento de cepillártelos? A esto se le llama placa y si no se elimina con el cepillo, puede endurecerse y convertirse en una sustancia que se llama sarro. Este es un depósito áspero irregular que se forma a lo largo de las encías y puede provocar la enfermedad periodontal si no se trata. Aunque la única formar de eliminarlo por completo es con una limpieza profesional en el dentista, puedes prevenirlo y quitarlo por tu cuenta si te cepillas y usas hilo dental adecuadamente, supervisas tu dieta y empleas un enjuague bucal antiséptico después de comer.

Pasos

Método 1

Método 1 de 2:

Cepillarte los dientes de inmediato

Descargar el PDF

1. 
   1
   Cepilla tus dientes al menos dos veces al día. Como la causa del sarro es la acumulación de placa, es importante quitarla cepillándote los dientes durante unos 2 minutos al menos dos veces al día.

   • Espera unos 30 minutos después de la comida para cepillarte, pues comer ablanda el esmalte de tus dientes. Si te cepillas muy rápido después de comer puedes quitarles el esmalte, lo que debilitará tus dientes con el tiempo.
2. 
   2
   Cepilla la superficie delantera, posterior y de mordida de los dientes. No olvides cepillarte todos los lado de cada uno de tus dientes para quitarles la placa por completo. Si vas a utilizar un cepillo manual, sostenlo formando un ángulo de 45° con las encías. Si tienes un cepillo eléctrico, sigue las instrucciones del fabricante para estar seguro de que lo estés utilizando de forma correcta.

   • Usa un cepillo aprobado por la Asociación dental de Estados Unidos (ADA, por sus siglas en inglés), pues habrá tenido que pasar diferentes pruebas de seguridad y control de calidad.
   • No olvides cepillarte la lengua para quitar las bacterias en esa área también.
3. 
   3
   Usa una pasta dental con flúor y control de sarro. El flúor es un mineral que fortalece el esmalte de los dientes y ayuda a revertir el daño causado por los ácidos. Tu pasta dental siempre debe tenerlo, incluso si vives en un área donde este componente se agrega al agua potable. También busca una pasta con control de sarro. Este tipo utiliza compuestos químicos o antibióticos para destruir la placa, lo que evita que se acumule el sarro.
4. 
   4
   Agrégale bicarbonato de sodio a tu pasta dental una vez a la semana. Cuando lo haces, este compuesto destruye la placa, blanquea los dientes y combate el mal aliento. Vierte un poco de bicarbonato en un plato y entiérrale tu cepillo de dientes humedecido antes de echarle la pasta.

   • Usar bicarbonato de sodio con mucha frecuencia puede provocarle daño al esmalte, así que hazlo una vez a la semana más o menos.
5. 
   5
   Enjuágate con un enjuague bucal antiséptico después de cepillarte. Los enjuagues antisépticos ayudan a matar bacterias que alimentan la placa. Al destruirlas, dificultarás que la placa aparezca y se convierta en sarro.
   Anuncio

Método 2

Método 2 de 2:

Usar otros métodos para quitar el sarro

Descargar el PDF

1. 
   1
   Usa hilo dental una vez al día. La placa se te puede acumular entre los dientes, donde es difícil quitarlo solo con el cepillado. Usa un hilo dental regular o palillos de diente en forma de “Y” para retirar las partículas de alimentos y la acumulación de placa de modo que no se te pueda formar sarro entre los dientes.
2. 
   2
   Usa un raspador dental una vez a la semana. Un raspador es una herramienta pequeña que retira la placa y el sarro de los dientes, y es similar a los implementos que usa tu dentista. Debe ser curva para que pueda llegar fácilmente a los espacios entre los dientes y la punta debe ser estrecha o afilada.

   • Si quieres utilizar un raspador dental, coloca la punta sobre tu diente en la intersección con la encía y deslízalo lentamente hacia el borde de la mordida. Enjuágalo con una corriente de agua, luego repite el proceso hasta que los dientes queden lisos y libres de sarro. Usa un espejo de mano para que puedas ver las acumulaciones de sarro, que tienen la apariencia de manchas blancas o amarillas.
3. 
   3
   Consume una dieta rica en verduras crudas. Cuando las estés comiendo, el proceso de masticar materias duras y fibrosas en realidad ayudará a limpiarte los dientes. Prueba cambiar tentempiés azucarados por verduras como las zanahorias, el apio y el brócoli.

   • A las bacterias que causan la placa les encantan los alimentos con mucho almidón y azúcar. Mientras más los consumas, más bacterias crecerán en tu boca. Sé consciente y cómelos solo con moderación. Además, enjuágate la boca con agua o enjuague bucal después de comerlos.
4. 
   4
   Deja de fumar si lo haces. Se ha comprobado que las personas que fuman tienen mayores niveles de sarro que las que no lo hacen. Esto se debe, en parte, a que fumar disminuye la capacidad de tu boca de combatir las bacterias, incluidas las que provocan la placa. Además, la acumulación de sarro puede causar infecciones y te será más difícil defenderte de ellas también.

   • Escribe las razones por las que quieres dejar de fumar y recuérdatelas para mantenerte firme durante el proceso.
   • Si te es muy difícil renunciar por completo de una sola vez, primero prueba reducir tu consumo. Ve disminuyendo gradualmente el número de cigarrillos que fumas cada día hasta que dejes de hacerlo.
   • Si necesitas más apoyo para dejar de fumar, piensa en utilizar una terapia de reemplazo de nicotina como los chicles, los parches o los caramelos que la contienen.
5. 
   5
   Ve al dentista cada seis meses para que te quite el sarro. No te pierdas las revisiones dentales, incluso si tienes buenas prácticas de higiene oral. Una vez que el sarro se forma, es casi imposible quitarlo todo por tu cuenta, así que tendrás que hacerte una limpieza profesional cada 6 meses.

   • La acumulación de sarro es peor que solo su mala apariencia. Tu cuerpo la ve como una infección e intenta atacarla. Una acumulación de sarro de larga duración puede debilitar el sistema inmunológico y provocarte otros problemas de salud en todo el cuerpo, como un derrame, enfermedades cardiacas y demencia.
   Anuncio