Cómo hacer una bebida láctea fermentada estilo yakult

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Pasos

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¿Te gustaría que el yakult viniera en porciones más grandes? ¿Te gustaría que fuera menos dulce? Afortunadamente es relativamente fácil hacerlo en casa, lo único que necesitas es un cultivo iniciador con bacterias vivas y un lugar limpio y cálido para que crezcan. Sigue estos pasos para disfrutar de tu propia bebida láctea fermentada, a tu gusto.

Ingredientes

• 1 litro o 4 tazas de leche común de vaca, de cualquier tipo
• Una porción (50-100 ml) (de 1/5 a 1/3 de taza) de yakult o de otra bebida láctea fermentada
• Azúcar al gusto

Pasos

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   Limpia con agua caliente todos los contenedores y el equipo. Esto debe de matar todas las bacterias que puedan contaminar la leche.
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   Prepara un lugar cálido para fermentar la leche.

   • Si vas a usar un termo, asegúrate de que esté limpio.
   • Si vas a usar una hielera, llénala con suficiente agua caliente como para cubrir casi todo el recipiente. Si no es a prueba de agua, simplemente pon adentro un recipiente o una jarra grande de agua caliente. El agua debe estar suficientemente caliente al tacto, pero no tan caliente que no puedas tener tu mano sumergida durante diez segundos.
   • Si vas a usar un lugar cálido, puede ser necesario que pongas un letrero o una nota pidiéndoles a los demás miembros de la familia que no muevan ni abran el recipiente.
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   Calienta la leche hasta que suelte vapor pero sin llegar a hervir. Esto matará cualquier bacteria que ya se encuentre en la leche.
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   Una vez que esté lo suficientemente fría como para que puedas tocar el lado del recipiente durante diez segundos cómodamente, transfiere la leche a tu recipiente, botella o termo usando un embudo. Trata de que la leche no toque el borde de tu recipiente porque puede ser una vía de acceso para las bacterias indeseables.
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   Agrégale al recipiente la leche fermentada y ciérralo muy bien. Agítalo y ponlo en el lugar cálido que preparaste anteriormente.
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   Deja que la leche se incube de 12 a 14 horas, trata de no alterar ni de abrir el recipiente todavía. Las condiciones cálidas y limpias deben permitir que las bacterias benéficas crezcan y fermenten la leche.
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   Abre el recipiente después de 12 a 14 horas. La leche fermentada debe ser casi del mismo color que la leche normal y será ligeramente más espesa, debe de tener un olor ligero a yogurt con un toque de acidez y un sabor delicado y ligeramente ácido.
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   Enfríala de inmediato en el refrigerador.
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   Antes de servirla, ponle azúcar al gusto. Lo normal es de dos a cuatro cucharaditas por taza.
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    Disfrútalo.
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Consejos

• La leche fresca, en polvo, descremada o entera funcionarán bien con este método; sin embargo, la leche que está cerca de su fecha de caducidad o después de ella, puede dar resultados inconsistentes. Las leches no lácteas no funcionan con este método.
• Para hacer una versión más sana, usa leche descremada y endulzante artificial.
• Puedes usar un poco de tu leche fermentada para iniciar una nueva tanda, sin embargo puedes hacer esto solamente unas cuantas veces antes de que las bacterias empiecen a fallar.
• Guárdala en el refrigerador hasta por una semana o congélala hasta por 3 meses.

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Advertencias

• Manipula el agua y la leche caliente con cuidado. Se recomienda que los niños tengan la ayuda de un adulto.
• Para evitar el crecimiento de las bacterias equivocadas en la leche es importante tener una higiene adecuada. Si la leche fermentada no huele ni se ve bien, no te la tomes.

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Cosas que necesitarás

• Termo, hielera o un lugar cálido (por ejemplo cerca de un calentador).
• Un recipiente adecuado para el horno de microondas o una olla para la estufa.
• Recipiente a prueba de agua con tapa hermética.
• Embudo.
• Agua caliente.
• Horno de microondas o estufa.