Cómo curarte la piel del rostro después de pellizcarla

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Fomentar la curación de la piel

Sentir una menor tentación de pellizcarte

Lidiar con el hábito de pellizcarte la piel

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Referencias

Es normal pellizcarse y rascarse la piel del rostro con suavidad de vez en cuando, pero hacerlo hasta causarse heridas es un problema. Sin importar el motivo por el que te pellizques la piel, ten por seguro que puedes conseguir maneras de superar este problema y curar tu rostro. Sigue una rutina saludable para el cuidado de la piel a fin de nutrir la piel del rostro mientras se cura, adopta medidas sencillas para reducir la tentación de pellizcarla, y aborda todo factor médico psicológico con orientación profesional.

Pasos

Método 1

Método 1 de 3:

Fomentar la curación de la piel

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   Lávate el rostro con suavidad dos veces al día con un jabón suave. Usa un limpiador suave sin fragancia; agua tibia; y una toalla suave, limpia y libre de pelusas. Límpiate el rostro con suavidad y dale toques suaves a toda costra o herida con la toalla. ¡No lo frotes! Enjuágate salpicándote agua tibia o fría.

   • Lávate el rostro dos veces al día: cuando despiertes y cuando te alistes para dormir.
   • No uses exfoliantes faciales, limpiadores astringentes ni jabones corporales con fragancia, salvo que un doctor general o dermatólogo te lo haya recomendado.
   • Resiste la necesidad de lavártelo varias veces con la esperanza de curar la piel con más rapidez. Esto solo eliminará la humedad y los aceites necesarios de la piel. Se requiere tiempo para curarla, ¡pero podrás hacerlo!
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   Sécatelo dándole toques suaves con una toalla suave y limpia. Elige una toalla sin pelusas que no hayas usado desde su última lavada. Date toques suaves en el rostro con ella, y sé mucho más cuidadoso con toda costra o herida.

   • No te preocupes por secarlo totalmente. Tan solo retira la humedad de la superficie.
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   Aplícate un ungüento antibiótico de venta sin receta o vaselina en toda costra o herida. Usa un dedo limpio o la punta de un hisopo para aplicarte ungüento suficiente como para cubrir la costra o herida con una capa muy delgada. Tan solo aplícalo, no tienes que frotarlo. Aplícatelo una o dos veces al día, justo después de lavarte y secarte el rostro.

   • Solo aplícate en ungüento en costras y heridas, no todo el rostro.
   • Neosporin y Polysporin son algunas de las marcas de antibióticos de venta sin receta más comunes.
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   Cubre las costras y heridas grandes con curitas, por lo menos durante la noche. Las heridas se curan más rápido cuando están limpias, cubiertas y húmedas por el uso de ungüento antibiótico o vaselina. Además, la curita aumentará la eficacia del ungüento antibiótico. Lo mejor es usar curitas en las heridas y cicatrices hasta que se curen, pero quizás no sea práctico en el rostro. Colócatelas después de lavarte el rostro por la noche y cámbiatelas a diario.

   • Usar gasa esterilizada con tiras pequeñas de esparadrapo puede ser más suave para la piel y más fácil de usar que las curitas adhesivas.
   • Cámbiate la curita siempre que te laves el rostro, pero siempre hazlo como mínimo una vez al día.
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   Huméctate el rostro con suavidad (si lo deseas) cuando no uses curitas. Por ejemplo, aplícate una capa delgada de un humectante suave sin aceites ni fragancias por la mañana, en lugar de usar un ungüento antibiótico y curitas. Mantener la piel (y las costras) más suaves e hidratadas fomentará la curación.

   • Consulta con un dermatólogo o doctor general si quieres que te recomiende un humectante facial suave.
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   No uses maquillaje mientras la piel del rostro se cura. Esto es difícil, ¡ya que querrás cubrir estas costras! Sin embargo, cubrir las costras y heridas con maquillaje ralentizará el proceso de curación e incluso podría fomentar infecciones.

   • Si quieres aplicarte un poco de maquillaje (p. ej., para un evento especial), hazlo justo antes del evento y quítatelo lo más pronto posible. Solo usa la cantidad necesaria.
   • En lugar de usar maquillaje, envuelve una bolsa de hielo con un paño limpio y mantenla en tu rostro por 10 a 15 minutos. Esto puede reducir el enrojecimiento y la hinchazón, al menos de forma temporal.
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   Cambia tu dieta para determinar si esto ayuda a curar la piel. Los picos en los niveles de azúcar en la sangre causan inflamación en el cuerpo y pueden generar brotes de acné. Consumir una dieta con un índice glucémico bajo también puede ayudar a controlar estos picos. Centra tus comidas en alimentos con proteínas magras, frutas y vegetales frescos, y granos integrales. Asimismo, evita los carbohidratos refinados, los alimentos procesados y las golosinas azucaradas.

   • El ayuno intermitente puede ayudar a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, por lo que también puede ser de ayuda para mejorar la piel. Si quieres probar el ayuno intermitente, consume todas tus comidas en un periodo de 8 a 12 horas cada día, y ayuna en las horas restantes. Por ejemplo, un periodo común para las comidas es de 10:00 a. m. a 6:00 p. m.
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   Consulta con el doctor si notas signos de infección. Limpiarte y cubrirte las heridas y costras reduce en gran medida la probabilidad de que se infecten. Sin embargo, comunícate con el doctor si notas alguno de los siguientes síntomas:

   • dolor, hinchazón o enrojecimiento intenso o cada vez más fuerte
   • vetas rojas alrededor de la costra o herida
   • descarga de color verde amarillento proveniente de la costra o herida
   • mal olor en la costra o herida
   • sangrado persistente
   • fiebre de 38 °C (100 °F) o más alta por 4 horas o más
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Método 2

Método 2 de 3:

Sentir una menor tentación de pellizcarte

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   Cúbrete las imperfecciones o las manos para crear barreras que eviten que te pellizques. Cuando estés en casa, toma pedazos pequeños de esparadrapo y pégalos en las espinillas u otras imperfecciones que tengas la tentación de pellizcar. El esparadrapo servirá como barrera y recordatorio (cuando lo toques con el dedo) de que no debes pellizcarte.

   • También puedes colocarte guantes delgados, como los guantes de invierno de tejido flexible. ¡Será mucho más difícil que te pellizques si tienes las uñas cubiertas!
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   Mantén las manos ocupadas con otras actividades. Esto es eficaz en especial si te pellizcas la piel del rostro por aburrimiento o como un hábito inconsciente. Sujeta una pelota antiestrés, un fortalecedor de agarre de manos o un 'spinner' con la mano con la que te pellizques (o con ambas si es necesario).

   • No mantengas las manos ocupadas con actividades poco saludables, como fumar.
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   Sigue una buena rutina de cuidado para la piel, de modo que tengas menos motivos para pellizcarte. Esto siempre es una buena idea, pero en especial si sueles pellizcarte las espinillas u otras imperfecciones de la piel. Para mantener la piel más saludable y reducir la necesidad de pellizcarla, prueba lo siguiente:

   • Usa un limpiador de piel suave dos veces al día. Si necesitas un limpiador que combata el acné, pídele al doctor general o al dermatólogo que te recomiende uno.
   • Aplícate un humectante sin aroma, ligero, sin aceites y no comedogénico (que no obstruye los poros) después de limpiarte el rostro. Busca un humectante con bloqueador solar, para así tener una protección adicional.
   • Cambia las fundas de almohada y las sábanas de la cama como mínimo dos veces a la semana.
   • Consume una dieta saludable, haz ejercicio con frecuencia y duerme lo suficiente. ¡Estas son medidas fantásticas para la piel y el resto del cuerpo!
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   Córtate las uñas para que te dañen menos la piel cuando la pellizques. Sin importar lo mucho que te esfuerces, aun así te pellizcarás la piel del rostro de vez en cuando, ya que nadie es perfecto. Si mantienes tus uñas cortas, reducirás en gran medida las probabilidades de que te lesiones la piel. Las bacterias también se esconden debajo de las uñas, por lo que reducirás las probabilidades de infectar toda herida en el rostro.

   • Usa cortaúñas para reducir su longitud y eliminar las esquinas afiladas, y una lima para alisar los bordes irregulares.
   • Asegúrate de que el cortaúñas y la lima esté limpios. Desinfecta los cortaúñas y las limas de metal remojándolos en alcohol isopropílico por 5 minutos, y enjuágalos con agua limpia.
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Método 3

Método 3 de 3:

Lidiar con el hábito de pellizcarte la piel

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   Determina cuándo y por qué te pellizcas el rostro. ¿Te rascas el rostro con mucha frecuencia porque te pica mucho? ¿Te lo pellizcas cuando estás estresado o porque sientes que puedes eliminar estas imperfecciones pellizcándolas? ¿O lo haces por aburrimiento? Anota cuándo y por qué sueles pellizcarte, como el primer paso para hallar la solución.

   • El trastorno de pellizcarse la piel (dermatilomanía) es una afección que muchas personas padecen, pero quizás no sea la causa de tu mal hábito. Podrías tener una enfermedad cutánea que causa malestar u otra razón física o psicológica por la cual te pellizcas.
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   Pasa menos tiempo mirándote en el espejo si esto hace que te pellizques la piel. Podrías notar que te pellizcas la piel del rostro mientras te miras en el espejo (o justo después de hacerlo), sobre todo si tienes imperfecciones que te molestan. Pasar menos tiempo frente el espejo puede eliminar uno de los principales desencadenantes por los que te pellizcas el rostro.

   • Cubre o retira los espejos de la casa que no sean esenciales. Incluso podrías cubrir el espejo del baño, salvo cuando necesites usarlo.
   • Programa un temporizador cuando necesites mirarte en el espejo, como cuando te alistes por la mañana. Designa un tiempo determinado para usar el espejo, como 5 minutos.
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   Usa afirmaciones positivas cuando sientas la necesidad de pellizcarte. Es normal rascarse el rostro a veces cuando tienes picazón, y no hay motivo por el cual atormentarte por ello. No obstante, si sientes la necesidad de rascarte o pellizcarte con frecuencia, recuerda que no necesitas ni tienes que hacerlo, y que es algo que puedes controlar. Cuando sientas la necesidad de pellizcarte o mirarte en el espejo, repítete afirmaciones como las siguientes en voz baja:

   • “Mi piel está bien, ¡y no necesito pellizcarla”
   • “Todos tienen imperfecciones cutáneas, y las mías desaparecerán por sí solas si cuido bien mi piel”
   • “Quiero que mi piel sea saludable, así que no la pellizcaré”
   • “No hay problema con que me haya pellizcado el rostro. Seguiré esforzándome para evitarlo”
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   Reserva una cita con el doctor para que diagnostique y trate todo problema de salud. Si tienes una enfermedad cutánea que te causa la necesidad de pellizcarte el rostro, conseguir un diagnóstico y un tratamiento apropiados puede brindarte la solución que buscas. Ve a un doctor general o dermatólogo, y lleva tus apuntes sobre los momentos y las causas por los que sueles pellizcarte, junto con cualquier otra pregunta o inquietud que tengas.

   • Por ejemplo, si tienes una enfermedad cutánea (como un eczema), el doctor puede recetarte un corticosteroide tópico u otro medicamento. Tratar la causa del malestar en la piel puede reducir la necesidad de pellizcarla.
   • Asimismo, recibir tratamiento médico para el acné grave puede reducir la necesidad de pellizcar las imperfecciones.
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   Acude a un profesional de la salud mental para abordar los factores psicológicos. Eliminar las tentaciones físicas por las que desees pellizcarte el rostro no solucionará las cosas si se trata principalmente de un problema psicológico. Haz que el doctor te derive a un profesional de la salud mental que pueda ayudarte a desarrollar estrategias para controlar este trastorno o las afecciones relacionadas.

   • El terapeuta puede usar la terapia cognitivo conductual (TCC) para reemplazar este hábito con otros positivos.
   • En algunos casos, podrían recetarte antidepresivos u otros medicamentos para lidiar con las causas psicológicas que desencadenan el comportamiento de pellizcarte.
   • ¡Nunca te avergüences de buscar ayuda! El trastorno de pellizcarse la piel es un problema real y con frecuencia fácil de tratar, si consigues la ayuda correcta.
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