Cómo vivir sin dinero

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En este artículo:

Planear una vida sin dinero

Hacer arreglos de alojamiento

Encontrar y cultivar comida

Atender otras necesidades

Planear el transporte

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Referencias

Vivir sin dinero es contrario a lo que en general comprendemos culturalmente como al éxito y la felicidad. Sin embargo, es una elección hacia la que se inclinan cada vez más personas. Además de una disminución del estrés por problemas financieros, vivir sin dinero ofrece muchos posibles beneficios tales como reducir tu impacto ambiental, aumentar tu comprensión y apreciación de lo que tienes y te ayuda a vivir una vida más propositiva. Aun en el caso de que decidas que no puedes vivir totalmente sin dinero, estas técnicas te ayudarán a reducir los derroches cotidianos.

Pasos

Método 1

Método 1 de 5:

Planear una vida sin dinero

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   Trata de reducir tus gastos antes de comprometerte a vivir sin dinero. Tomar la decisión de vivir sin gastar dinero es algo que cambia la vida, particularmente si vives con otros o hay personas que dependen de ti económicamente. Podrías encontrar que es de ayuda comenzar de a poco y pasar una semana o un mes sin gastar dinero a fin de constatar si este tipo de vida es para ti. Hay muchas maneras de recortar los gastos cotidianos y aun en el caso de que decidas no eliminar totalmente el dinero de tu vida, estas técnicas te ayudarán a ahorrar.

   • Si vives en un área en la que sea factible caminar o ir en bicicleta al trabajo, podrías evitar el transporte y los gastos que implica (gasolina, peaje, estacionamiento, mantenimiento del coche) si escoges los transportes no motorizados. ¡Además es bueno para mejorar la condición física!
   • Trata de pasar una semana sin comprar alimentos. Utiliza solo las cosas que tengas actualmente en tu despensa y refrigerador para preparar tus comidas. Hay muchos sitios web que te podrían ayudar a crear buenos platillos con los ingredientes que ya tengas a mano.
   • Si disfrutas de salir a entretenerte, encuentra diversiones gratuitas en tu área. La página web del periódico de tu localidad generalmente tendrá una lista de actividades y eventos gratuitos. Además de los libros y del Internet gratuito, las bibliotecas públicas suelen presentar películas que puedes ver gratis. Salir a caminar o pasar la noche jugando juegos con tus amigos o familia siempre es gratis.
   • Consulta www.moneyless.org, una base de datos en línea que ofrece consejos y trucos útiles para lograr una existencia libre de dinero.
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   Examina tus necesidades y las de tu familia. Si eres soltero, vivir sin dinero te resultará mucho más fácil de manejar que si tienes una familia. Dado que vivir sin dinero es un gran compromiso, lo mejor será que estés seguro de poder cubrir tus necesidades esenciales sin el uso de este.

   • Por ejemplo, si un miembro de tu familia o tú mismo tiende a requerir atención médica o medicamentos por prescripción con frecuencia, vivir sin dinero podría no ser una buena opción para ti.
   • Si vives en un área con clima extremo, como un lugar en el que hace mucho calor o mucho frío, tal vez no sea seguro vivir sin algún medio para controlar la temperatura. Esto es especialmente cierto si en tu familia hay niños pequeños o personas de la tercera edad, que son más propensos a las enfermedades y muertes relacionadas con el calor y el frío.
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   Lee sobre las experiencias de otras personas. Ya sea que quieras adoptar un estilo de vida nómada como la alemana Heidermarie Schwermer, que vive sin dinero, o que desees vivir fuera del sistema en una cueva como Daniel Suelo, leer cómo ha sido para otros la experiencia de vivir sin dinero te ayudará a decidir si puedes con el reto.

   • El libro The Moneyless Man: A Year of Freeconomic Living, escrito por Mark Boyle, es un relato en primera persona sobre la experiencia de vivir sin dinero. También ha escrito blogs, un libro titulado The Moneyless Manifesto y ha establecido un sitio web sobre cómo vivir con un bajo presupuesto llamado Streetbank.
   • The Man Who Quit Money, de Mark Sundeen, es una biografía de Daniel Suelo, un hombre que ha vivido sin dinero por más de 14 años.
   • El filme documental de 2012, Living Without Money, documenta la vida de Heidemarie Schwermer, una alemana que ha vivido sin dinero desde la década de 1990.
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   Considera lo que tienes que invertir. Algunas cosas que hacen que vivir sin gastar dinero sea más fácil, como una huerta, celdas de energía solar, baños secos ecológicos y pozos de agua, requieren de una inversión inicial. Las recompensas financieras de reducir o hasta eliminar la mayor parte de las facturas de tu casa son significativas, pero podrían no ser aparentes de inmediato.

   • Si vives en un área urbana y no eres propietario de una casa, tus opciones para algunas de estas cosas se podrían reducir. Es conveniente que investigues un poco a fin de comprender qué es factible para ti.
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   Comprende que es probable que algunos gastos siempre sean necesarios. Por ejemplo, si necesitas medicamentos por prescripción, no es recomendable que simplemente dejes de invertir dinero en ellos, consulta a un médico antes de interrumpir cualquier medicamento. Si no puedes o no quieres vender tu casa, tendrás que continuar pagando la hipoteca a fin de evitar la ejecución hipotecaria y el desalojo.

   • Si decides conservar tu empleo, tendrás que seguir pagando impuestos.
   • Ten en cuenta que en los Estados Unidos, por ejemplo, se les exige a todos los adultos que tengan un seguro médico según lo ordena la Ley de Salud de Cuidado Asequible. Dependiendo de cuánto dinero ganes al año (el límite es de $ 10.000 dólares al año, pero podría cambiar), se te exigirá que pagues un seguro médico o que pagues una multa. Averigua cuáles son las leyes en tu país.
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Método 2

Método 2 de 5:

Hacer arreglos de alojamiento

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   Vive fuera del sistema eléctrico. Encuentra o construye una casa que funcione con energía solar, viento u otra energía renovable. Usa agua del pozo o de un arroyo local. Instala un baño seco ecológico mismo que ahorrará agua, ayudará al medio ambiente y producirá abono humano para las huertas de verduras.

   • Un cámper, también llamado autocaravana o trailer, podría ser una buena opción si no te alcanza para comprar una casa familiar con estas comodidades. Además es más fácil de encontrar un lugar cerca de alguna corriente de agua con un cámper.
   • La "earthship", un concepto inglés que significa "nave de tierra" que se utiliza para describir una casa pasiva construida con materiales reciclados, es una morada barata en cuya construcción se utilizan materiales de desecho tales como llantas viejas y botellas de cerveza. A menudo podrás conseguir estos materiales gratis o por muy bajo costo e intercambiarlos por trabajo.
   • Aun en el caso de que elijas no mudarte de casa o vivir totalmente sin dinero, las cosas tales como las celdas solares y los baños secos ecológicos son amigables tanto con el presupuesto como con el medio ambiente.
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   Ofrécete de voluntario en una granja orgánica. World Wide Opportunities on Organic Farms, por ejemplo, es una organización establecida y respetada que coordina las oportunidades de voluntariado en todo el mundo. Se paga una pequeña cuota de suscripción por el servicio. Por lo general se intercambia el trabajo por alojamiento y comida. Algunas granjas aceptan familias.

   • Si decides ofrecerte de voluntario en otro país, tendrás que pagar una visa y un permiso de trabajo. Además, necesitarás el dinero suficiente para cubrir tus gastos de viaje.
   • Ofrecerte de voluntario en una granja orgánica también puede ser una manera excelente de aprender destrezas de agricultura, que luego podrás utilizar para cultivar tus propios alimentos.
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   Múdate a una comunidad de pensamiento afín. Existen muchas comunidades cooperativas con alojamiento, metas e ideales compartidos. Se podrían llamar "comunidades intencionales", "comunas", "cooperativas", "ecoaldeas" o "coviviendas". Tal vez puedas intercambiar aptitudes o comida por alojamiento y sustento. Puedes encontrar más información sobre estas comunidades en línea.

   • Probablemente quieras contactar a una comunidad potencial y visitarla antes de decidir que vivirás allí. La vida comunitaria no es para todos y querrás asegurarte de que tu hogar potencial y tu personalidad y valores sean compatibles.
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   Conviértete en cuidador de una casa. Si te complace mudarte de un lugar a otro, hacerte de una reputación como cuidador de casas responsable y confiable, podrías descubrir que esta es una manera maravillosa de viajar y vivir cómodamente. Únete a organizaciones en línea tales como Trusted House Sitters, Mind My House, o hazte de un nombre en tu comunidad local como la persona a quien recurrir cuando los propietarios se van de vacaciones.

   • Si estás buscando alojamiento temporal, si tus planes son muy flexibles y estás interesado en conocer gente nueva, también podrías considerar organizaciones tales como Couchsurfing o The Hospitality Club.

   Advertencia: Muchas personas desconfían de los "cuidadores de casas" ya que se han dado casos de delitos como hurtos, robos, vandalismo y si tienen familias con niñas y jovencitas casos de abuso sexual.
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   Vive en un área silvestre. Desarrollar las habilidades necesarias tal vez requiera de un poco de tiempo y esfuerzo, pero hay muchas oportunidades para vivir lejos de las opciones convencionales de alojamiento. Las cuevas y otros refugios naturales podrían ser buenas opciones.

   • Comprende que este tipo de vida es exigente y que requiere de excelente salud y condición física. Es poco probable que sea una buena opción si no tienes buena salud o si tienes niños o personas de la tercera edad en tu familia.
   • Múdate a un lugar con un clima más cálido. Vivir en un área silvestre es mucho más sencillo si no hay grandes cambios de temperatura, lluvias copiosas o hace mucho frío.
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   Considera la posibilidad de unirte a una comunidad religiosa. Hay muchas religiones con comunidades dedicadas a quienes renuncian a la vida material, tales como los sanghas budistas y los monasterios y conventos cristianos. Por lo general, estas comunidades ofrecen lo esencial para la vida como ropa, techo y comida, a cambio de servicios y dedicación.

   • Si tus valores y fe convierten a esta experiencia en una buena opción para ti, investiga tus posibilidades en línea o contactando a alguien dentro de la comunidad a la que te quieras unir.
   • Por lo general, las comunidades religiosas solo aceptan a personas solas. Si tienes una familia, es poco probable que esta sea una buena opción para ti.
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Método 3

Método 3 de 5:

Encontrar y cultivar comida

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   Aprende sobre tus opciones alimenticias. Si planeas buscar comida, encuentra una buena guía sobre los tipos de plantas que crecen en tu área, cuáles son comestibles y cuáles son venenosas. El libro Food For Free, de Richard Mabey, es un manual clásico, ilustrado, que puedes conseguir fácilmente y que está bien editado. Si planeas cultivar tus propios alimentos, investiga las maneras más efectivas de dividir la tierra, sembrar las semillas y cuidar tus cultivos.

   • Si hay una universidad o colegio en tu área, averigua si tiene una extensión cooperativa. Estas oficinas ofrecen educación sobre muchos temas a la comunidad, incluyendo cultivo y recolección de comida y a menudo las clases o la información son gratuitas.
   • Recuerda que los alimentos crecen por temporada. Las bayas tienden a estar listas para recolectarse en el verano y las manzanas y los frutos secos se pueden cosechar en otoño. Las verduras suelen estar disponibles todo el año. Ya sea que recojas o cultives tu propia comida, asegurarte de tener alimento que recoger todo el año te ayudará a tener una dieta nutricionalmente equilibrada.
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   Recolecta alimentos silvestres. Recolectar alimentos silvestres que crezcan en tu área es una manera satisfactoria y amigable con el medio ambiente de pasar un día y preparar una comida. Aun si vives en una colonia suburbana, tus vecinos podrían tener cosas como árboles frutales que produzcan más frutos de los que puedan usar. Siempre pregunta antes de tomar la comida de otros.

   • Evita recoger frutos secos o plantas que muestren señales de haber sido comidas parcialmente por otro animal, haberse abierto al caer de un árbol o que tengan partes en mal estado, ya que es probable que contengan bacterias peligrosas.
   • Evita recoger vegetales y otras plantas cerca de los caminos o calles muy transitadas o de las áreas industriales, donde las emisiones de los coches o de las fábricas podrían haber contaminado tu fuente de alimento. En su lugar, busca alimentos en áreas rurales, menos pobladas, lejos del impacto de los coches, la industria y la tecnología.
   • Nunca comas nada que no puedas identificar. Si no estás seguro de que algo sea peligroso, es mejor no ingerirlo.
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   Pide sobras en las tiendas, mercados y restaurantes locales. Muchas tiendas y restaurantes tiran la comida que sobra o que ya no quieren, al igual que aquella que ha pasado la fecha de caducidad pero que todavía se puede comer. Pregúntale a un gerente cuáles son sus políticas para el desecho de estos productos. También puedes preguntarles a los vendedores de los puestos de los mercados locales si han desechado productos que puedas llevarte.

   • Ten cuidado con la carne, los lácteos y los huevos, ya que el riesgo de crecimientos bacteriales y enfermedades transmitidas por la comida es más alto.
   • Los comercios independientes y familiares podrían ser más útiles que las tiendas de las grandes cadenas, aunque algunos comercios tales como Trader Joe's, en los Estados Unidos, son conocidos por repartir la comida que desechan.
   • Hazte conocer en tu colonia. En la mayoría de los hogares se desperdician miles de dólares en alimentos sin comer al año. Considera la posibilidad de poner un volante en el centro comunitario de tu localidad explicando quién eres y tus intenciones de vivir sin dinero. Muchas personas estarán felices de donar fruta o verduras apenas pasadas o alimentos secos más viejos.
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   Intercambia comida por otras cosas. Intercambiar o cambiar cosas por comida es una gran manera de negociar los precios, añadir más variedad a tu dieta y cambiar cosas que no quieres por otras más útiles. Tal vez descubras que la gente está dispuesta a darte comida u otras cosas a cambio de trabajos tales como lavar las ventanas o cortar el césped.

   • Considera las cosas que puedes intercambiar. ¿Cultivas verduras que tus vecinos no tienen? ¿Tienes habilidades de las que requieran las personas que te rodean? Considera la posibilidad de usar las papas que cultivaste y las bayas que recogiste, tus habilidades para pintar rejas o para cuidar niños y tu experiencia en pasear perros, como moneda de cambio para obtener frutas que no puedas cultivar o recoger tú mismo.
   • Recuerda: en una negociación exitosa, ambas partes ganan. Sé justo con tu pedido. ¿Acaso cuidar a un niño por una hora vale lo mismo que 5 kilos (10 libras) de manzanas o sería más justo que el precio fuera de solo 2,5 kilos (5 libras)?

   Advertencia: Existen muy pocas probabilidades de seguir este paso. En el 99,8% de los casos las personas intercambian sus servicios por dinero. En la antigüedad sí era más factible emplear el trueque, pero debido a la explosión demográfica la demanda también se incrementó vertiginosamente, lo cual ha hecho al trueque prácticamente inviable y por ese motivo se hizo necesario recurrir al dinero sine qua non.
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   Cultiva tu propia comida. El arte de la jardinería es una manera financieramente eficaz y personalmente satisfactoria de alimentarte de tu propia tierra y de tus manos. Cultivar verduras y frutas es posible aun en un contexto urbano o suburbano. Aun en el caso de que no puedas subsistir totalmente de los alimentos que cultives, los productos que coseches en tu propio jardín serán más sanos y baratos que los que puedes comprar en la tienda.

   • Decide qué es más factible cultivar en tu área. La manera más sencilla de determinar qué plantas se dan bien en tu región es visitar una granja local o hablar con alguien que tenga un huerto extenso. Las diferencias en el clima regional y en la tierra influyen mucho en las verduras y las frutas que se dan bien en cada región.
   • ¡Construye un invernadero! Utilizando bolsas de basura recicladas sobre un marco de madera podrás cultivar verduras resistentes, como papas, coles de Bruselas y rábanos en climas más fríos, aun en el caso de que haya nieve en el suelo.
   • Pregúntales a tus vecinos si están interesados en ceder un espacio de su jardín para hacer un huerto. Compartir el tiempo y el trabajo necesarios para cultivar tu propia comida, a cambio de una parcela de tierra más grande y más variedad de frutas y verduras es una manera maravillosa de diversificar tu dieta, reducir tu carga de trabajo y fomentar la amistad entre los miembros de tu comunidad.
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   Inicia una pila de compost cerca de tu casa para tu jardín. La comida que coseches que ya no sea adecuada para el consumo seguirá siendo apta para descomponerse en tierra nutritiva, perfecta para tu fruta, verduras y granos.
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Método 4

Método 4 de 5:

Atender otras necesidades

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   Aprende a hacer trueques. Muchas comunidades en línea, como Freegle, Freecycle y Streetbank ofrecen listados de artículos y aptitudes disponibles gratuitamente. En ocasiones, el objeto podría ser algo que alguien simplemente quiere regalar, pero también podrías encontrar a personas dispuestas a intercambiar artículos por habilidades que tú tengas.

   • Busca cosas de las que te quieras deshacer. La basura de un hombre es el tesoro de otro, así que en lugar de vender tus zapatos viejos o reloj en Ebay, o de tirarlos a la basura, intenta usar esas cosas para intercambiarlas por objetos o servicios que necesites.
   • Recuerda que también puedes intercambiar servicios. Si tu hogar necesita reparaciones, investiga si puedes intercambiar tiempo o aptitudes tuyas por la reparación que requieres.
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   Cultiva tus propios productos de aseo personal. Puedes plantar jabonera (Saponaria officinalis) en tu jardín para obtener jabón y champú. Las pastas elaboradas con bicarbonato de sodio o sal pueden servir como pasta de dientes casera natural.
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   Revisa la basura. Hay muchas cosas que simplemente se tiran a la basura y que pueden ser útiles para vivir sin dinero. Los periódicos, por ejemplo, pueden servir de papel higiénico. Las tiendas podrían desechar productos de cuidado personal, como desodorante y artículos de higiene, que todavía se puedan usar después de su fecha de caducidad.

   • Muchas tiendas y restaurantes tiran comida. Evita recoger cualquier cosa que contenga carne, lácteos, mariscos o huevos. También deberías evitar todo lo que huela a podrido o raro. Los alimentos como el pan, los enlatados y los empaquetados, como las frituras, se pueden comer sin peligro, pero asegúrate de que estén bien empaquetados y de que la envoltura no tenga perforaciones, rasgaduras o protuberancias.
   • Ten en cuenta que los botes de basura podrían contener muchos peligros, como vidrios rotos, ratas y hasta desechos biológicos. Si decides revisar un bote de basura, ir preparado con artículos tales como botas de goma, guantes y una linterna te puede ayudar a hacerlo con seguridad.
   • No revises basureros en áreas que tengan advertencias tales como "No pasar" o avisos parecidos. Podría ser ilegal y ciertamente no vale la pena correr el riesgo de que te detengan o arresten.
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   Organiza un trueque comunitario. Si tienes cosas en buen estado que ya no usas, organiza una noche de trueque. Invita a tus amigos y vecinos a que lleven cosas que ya no quieran, necesiten o usen. Puedes anunciar el trueque con volantes o con publicaciones en Craiglist o Facebook y otras redes sociales.

   • Esta es una gran manera de librarte de las cosas como ropa de bebé que tus hijos ya no usen o juguetes con los que ya no jueguen. También puedes intercambiar libros que ya hayas leído por otros nuevos, o cambiar ropa de cama y toallas por cosas que necesites más.
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   Confecciona tu propia ropa. Intercambia objetos por un kit de costura y tela y cambia otros artículos por algunas lecciones de costura. Puedes buscar telas sin usar o todavía utilizables, toallas y sábanas para usarlas como tela. Las tiendas de telas y manualidades también podrían tener pequeños recortes que estén dispuestos a regalar.

   • Repara los hoyos, rasgaduras, partes rotas y desgastadas. Guarda trozos de tela de prendas que ya no se puedan usar para hacer parches cuando los necesites.
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   Organiza un intercambio de aptitudes. El trueque no solo abarca los artículos y los servicios. Organiza un grupo comunitario de intercambio de aptitudes, a fin de que la gente pueda enseñarles a otros lo que sabe y que todos puedan aprender cosas que desconocen. Esta también es una gran manera de socializar y hacer amigos sin gastar dinero.
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Método 5

Método 5 de 5:

Planear el transporte

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   Vende o intercambia tu coche. Tener un coche es bastante imposible sin el uso de dinero, a no ser que tengas un mecánico que acepte intercambios o trueques y una gasolinera que te permita trabajar a cambio de combustible.

   • Busca en tu área incentivos y comunidades para el uso compartido del automóvil. Si absolutamente tienes que tener un automóvil, algunas ciudades ofrecen incentivos financieros si compartes tu coche con otros. También podrías viajar a tu trabajo con otras personas que te ayuden a pagar la gasolina y el mantenimiento de tu coche.
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   Negocia viajes con los miembros de tu comunidad. Muchas personas viajan todos los días al trabajo, la escuela y otros lugares. Intercambia comida y servicios por viajes a los lugares a los que tengas que ir.

   • Hay sitios web como Liftshare, Ridester y Carpool World, que también te pueden ayudar a encontrar opciones de coches y viajes compartidos en tu comunidad.
   • Hacer autostop también podría ser una opción si necesitas recorrer grandes distancias, ¡pero ten cuidado! El autostop puede ser peligroso, particularmente si viajas solo.
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   Consigue una bicicleta. Si vas a recorrer distancias más largas con regularidad, o si caminar no es una opción viable para ti, una bicicleta es una manera rápida y amigable con el medio ambiente de viajar. ¡También te ayudará a mantener tu buena condición física!

   • Fija una cesta al frente y otra a la parte trasera de la bicicleta a fin de que te resulte más sencillo transportar alimentos y otras cosas.
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   Conserva tu buena salud. Caminar es la manera más sencilla, accesible y sin costo de ir de un lado al otro. Un cuerpo sano e hidratado puede caminar al menos 32 kilómetros (20 millas) al día sin agotarse, pero necesitarás zapatos adecuados, agua y alimentos para cubrir esta distancia.

   • Prepara planes de emergencia para las caminatas en climas más fríos. Una tormenta de nieve leve puede convertirse en una ventisca rápidamente y esto se podría convertir en una situación de emergencia. Considera la posibilidad de que te acompañe un amigo o de asegurarte de que alguien sepa dónde estarás y a qué hora regresarás.
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Consejos

• Comienza poco a poco. Es muy poco probable que alguien que paga renta, compra ropa, conduce un coche y trabaja en un empleo común de 9 a.m. a 5 p.m., pueda hacer la transición a una vida sin dinero en un periodo corto de tiempo. Comienza por concentrarte en la satisfacción emocional y el entretenimiento con cosas que no requieran de dinero: pasa tiempo con amigos al aire libre en lugar de en los restaurantes, ve a caminar en lugar de ir de compras, etcétera.
• Vive con personas que piensen igual que tú. Cambiar a una economía sin dinero es más sencillo cuando se hace en grupo, con miembros con los que se pueda compartir el trabajo, se puedan combinar las aptitudes y se puedan superar los obstáculos a través de la resolución grupal de problemas. Ya sea que te mudes a una comunidad cooperativa o que simplemente reúnas a un grupo de amigos con intereses y ambiciones similares, poder compartir tus experiencias como consumidor sin dinero te resultará emocionalmente satisfactorio y beneficioso en la práctica.
• Múdate a un clima más cálido. Ten en cuenta que el cultivo de alimentos, la jardinería, vivir al aire libre y vivir en un refugio sencillo construido a mano, es mucho más sencillo en aquellos lugares en los cuales el clima es más moderado todo el año.

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Advertencias

• Evalúa con regularidad tu consumo nutricional a fin de asegurarte de estar comiendo una dieta equilibrada y de mantener tu buena salud.
• Si vives con niños pequeños o personas de la tercera edad, recuerda que son más vulnerables a las enfermedades trasmitidas por alimentos, a las temperaturas extremas y al agotamiento por el desgaste físico. No los pongas en situaciones peligrosas.
• Ten cuidado. Hacer autostop, vivir en áreas silvestres y las caminatas largas sin compañía conllevan peligros potenciales. Aprende las mejores maneras de permanecer a salvo.
• No prestes atención y ni siquiera mires publicidad. La publicidad es un medio para incitar al consumo a cambio de lucro monetario. Y en muchos casos tiende a fomentar el consumismo y el materialismo.

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